Los profesionales del Ayuntamiento detectaron que varios promotores habían valorado sus proyectos por debajo del valor que tienen en el mercado, por lo que se les han denegado la licencia de obras.

Una de las licencias denegadas corresponde a la demolición de una vivienda de 76 metros cuadrados, “cuando eso es lo que valen las cubas de escombros y los camiones para su transporte”, señaló el portavoz del gobierno municipal, Mario Bravo.

La valoración de la ejecución de la obra es la base para que los servicios municipales calculen las tasas que tienen que abonar los promotores. “El impuesto se cifra en función de la valoración de los proyectos, por eso pedimos seriedad a los promotores a la hora de presentar la documentación”, dijo el edil.

El Ayuntamiento insta a los promotores de obras a que sean responsables a la hora de presentar una solicitud de licencia. “Los servicios municipales tienen cuatro años para revisar la documentación y la valoración, y calcular la liquidación del impuesto de Construcciones y Obras”, señaló Bravo, por lo que estas actitudes “no conducen a nada”.

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