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Viernes 29/03/2024

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¿Quién ha cogido mi...?

Seguro que alguna vez ha perdido el mechero y ha dicho: “¿quién ha cogido mi mechero? O seguro que alguna vez había algo fuera de su sitio y ha dicho: “¿quién ha puesto esto aquí?

Seguro que alguna vez ha perdido el mechero y ha dicho: “¿quién ha cogido mi mechero? O seguro que alguna vez había algo fuera de su sitio y ha dicho: “¿quién ha puesto esto aquí? Y como estos muchos más ejemplos sin transcendencia: “¿quién ha ensuciado esto?”, “¿quién ha cogido mi jersey?” A veces es uno quien busca responsables, y a veces son los otros los nos dicen que hemos cogido o perdido algo. Seguro que se ha encontrado con gente así o sencillamente usted es así.

¿Y qué pasa cuando uno vive solo? Cuando uno vive o está solo, asume que extrañamente esas cosas las ha hecho uno mismo, o bien recurre a explicaciones un tanto paranormales. Pero basta que en esos momentos haya alguien en la escena para responsabilizar al otro de los actos propios. Solemos buscar un responsable de la mayoría de nuestros actos y aventuras.

Rara vez entonamos el mea culpa, aunque no sea exactamente un tema de culpa, sino que más bien es un asunto de responsabilidad y decisión. Siempre tenemos a mano un familiar, un jefe, un vecino, un compañero, un profesor o un objeto, al que cargarle el muerto. Por cierto que el acto este de cargarle el muerto a otro, lo único que consigue es impedir mejorar, y hace sentir que uno no tiene el control de su vida y sea como un barco a la deriva.

Este fenómeno de “¿quién ha cogido mi…?”  pasa con estas cosas nimias, pero también pasa con cosas de mayor transcendencia. Si siempre el mechero te lo ha cogido alguien, imagínense qué poco responsable se encuentra la persona frente a hechos más significativos: rupturas de pareja, pérdidas de empleo, malas relaciones sociales, imposibilidad para alcanzar metas.

El ser humano no está preparado para reconocer su imperfección, ni su inmortalidad, ni la posición que ha tomado en la vida –de víctima, de dictador, de sumiso, de provocador-. Está muy claro, muchas personas solo se hacen responsable de sus éxitos, de los fracasos se desentiende, veamos un ejemplo: si me saco la carrera de medicina es que soy un máquina y me lo merecía, en cambio si no consigo aprobar es porque el profesor me tiene manía, porque tengo mala suerte, porque tengo una familia muy complicada que no me permite estudiar.

Se ve con frecuencia la posición que toman las personas, se delatan al hablar. Por ejemplo dicen: “mira lo que me pasa con tal o cual cosa”, y no dicen “mira lo que hago con tal o cual cosa”. También es frecuente escuchar como justificación, “es que es mi forma de ser”, y no se trata de una forma de ser, sino más bien de una forma de hacer. Siempre estuvo de moda, y lo sigue estando, echar la culpa a los demás, ¿cuándo fue la última vez que buscaba un culpable?

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