I. Pérez. / C. Bejarano. Poco a poco van tomando forma los nuevos talleres impulsados por la Asociación para Personas con Discapacidad de Mijas (Adimi). Uno de los que está teniendo mayor éxito es el de manualidades, de hecho, buena parte de los trabajos que realizan artesanalmente los usuarios se están vendiendo al público. “Trabajamos diferentes tipos de manualidades y siempre utilizamos materiales reciclados. A ellos les encanta porque se distraen mucho y les viene muy bien para completar las actividades que hacen en clase”, señaló este viernes Cristina Ramos, monitora del centro de día.

En estos talleres participan tanto los usuarios de estancia diurna del centro de día como los alumnos de los talleres ocupacionales. Cada uno trabaja a su ritmo pero todos mantienen la misma ilusión por aprender cosas nuevas. Gracias a estas sesiones mejoran la motricidad fina, la destreza, la atención y también el compromiso, ya que muchas de las manualidades que realizan se ponen luego a la venta. “Lo cierto es que llevamos unas semanas que no paramos de hacer encargos para bodas, comuniones, bautizos… Elaboramos jabones, chapas, macetas decorativas y hasta alfombras hechas con camisas recicladas”, destacó Cristóbal Moreno, presidente de Adimi.

Si están interesados en adquirir alguno de estos productos o quieren hacer un encargo para un evento especial, solo tienen que visitar la página de Facebook de Adimi y, tal y como promocionó María Gracia Cortés, usuaria de Adimi, “si les gusta solo tienen que llamarnos y nosotros nos encargamos del pedido, y así vamos recaudando dinero para las cosas que necesitamos”.

Y es que los donativos que recibe la asociación a través de estas ventas no se destinan al centro en sí, sino que van a parar directamente a los alumnos de los talleres. “Es un dinero que estamos guardando para cuando podamos organizar excursiones o para cuando realizamos salidas para comprar… nuestra idea es que los propios usuarios vayan aprendiendo a manejarse con el tema del dinero, el cambio de monedas y demás”, explicó Cristian López, encargado del taller de manualidades.

Talleres

Otros talleres que han sido impulsados por Adimi y que también están cosechando éxito son los de restauración de muebles y jardinería. Según explicaba el monitor de estas actividades, Cristian López, “en el taller de restauración trabajamos con muebles de madera y si alguien desea restaurar algún mueble viejo o que vaya a tirar, nos lo pueden traer y nosotros le daremos una segunda vida”. Además de muebles, estos usuarios también restauran objetos de madera decorativos como cuelgallaves, jarras de cerámica, velas o cajas, siempre siguiendo las instrucciones de los monitores, y que tal y como señalaba López, “aunque normalmente seguimos un proceso específico, dependiendo de lo que nos haya pedido el dueño del mueble, otras veces les dan libertad para crear lo que quieran”.

Se trata de un proceso de restauración, que como nos explicó la usuaria Gema Ruiz, tienen muy claro: “primero lijamos, después pintamos y por último barnizamos el objeto de madera”. Por último, López destacaba que “Adimi también dispone de otros espacios como el de la fabricación de jabones y de alfombras, y nuestro objetivo es que a través de ellos nuestros usuarios vayan conociendo un poco de cada cosa”.

Momentos para la jardinería
La naturaleza y el fomento del reciclaje también cobran protagonismo en Adimi, tanto es así que el centro cuenta con un huerto propio, cuidado con mucho cariño por los usuarios. Asimismo, y para seguir fomentando ese amor por las plantas, se desarrolla un taller de jardinería en el que, además de cultivar diferentes tipos de flores, los chicos de Adimi también aprender a reutilizar materiales como los envases de detergente o los palets, que luego son convertidos en macetas o estantes para plantas.

Cafetería de Adimi

También marcha a muy buen ritmo la nueva cafetería que Adimi ha instalado en su centro de día. Se trata de un proyecto pre-laboral con el que se pretende aumentar la autonomía de los usuarios, enseñándoles el que podría ser un oficio de futuro para 

algunos de ellos. En este taller, aprenden a desenvolverse como camareros. “Tenemos que poner la máquina del café, meter la cápsula y calentar la leche”, indicó Álvaro Guillén, usuario de Adimi. Por su parte, Carmen López, monitora de este taller de cafetería, añadió que “a lo largo de los días queremos perfeccionar la técnica para que aprendan a servir diferentes tipos de café e, incluso, para que hagan los típicos dibujitos sobre la espuma del café”.

Además del servicio de bebidas, los chicos de Adimi también tienen que encargarse del mantenimiento del bar. “Ellos abren el bar, limpian las instalaciones, desinfectan las mesas, controlan la caja y cierran”, enumeró López. Aitor Vega, usuario del centro, señaló por su parte que le gusta mucho atender a los clientes “porque es muy divertido”.

Actualmente, la cafetería permanece abierta un par de horas por las mañanas. En ella participan una decena de usuarios, por lo que se establecen diferentes turnos de trabajo durante la semana. El objetivo es que, en un futuro próximo, ellos puedan hacerse cargo del bar por sí solos y, que poco a poco, se vaya ampliando el horario de servicio. “Queremos que, cuando la situación sanitaria vaya mejorando, los padres puedan tomarse algo en nuestra cafetería cuando esperan las terapias de sus hijos. Es un proyecto en el que los chicos tienen muchísima ilusión y están disfrutando mucho”, finalizó el presidente de la asociación, Cristóbal Moreno.

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