I. Pérez. Hasta 45 niños de entre 8 y 16 años aprovechan estos días las vacaciones de Semana Santa para perfeccionar su técnica en el mundo del baloncesto junto a dos grandes profesionales, Walter Hermann y Rubén Wolkowyski. Ambos jugadores participan en el primer campus de baloncesto ADN Formación Olímpica, que se desarrolla en el patio del colegio El Olmo (La Cala) organizado por el club Mijas Unión Basket.

El campus se divide en tres secciones muy técnicas e individuales ya que, en todo momento y como medida de prevención de la Covid-19, cada jugador entrena con su balón. Hermann se encarga de la parte ofensiva, trabajando los lanzamientos a corta, media y larga distancia. “Los chavales aprenden muy rápido y estoy seguro de que habrá un cambio en ellos de aquí al viernes. Queremos transmitirles nuestras experiencias pero también los errores que hemos cometido a lo largo de nuestra carrera, para que no los repitan en un futuro”, explicó el jugador argentino.

La parte defensiva corre de la mano de Wolkowyski. En esta sesión, señala, “se requiere mayor esfuerzo físico y puede resultar algo menos motivador porque se trabaja sin balón. Pero queremos que los niños entiendan que la defensa es muy importante dentro de un juego, sobre todo aquí en baloncesto, donde siempre se ataca y siempre se defiende”,

El coordinador de este campus, Adrián Liberatore, imparte el tercer módulo, dedicado al manejo y los pases de balón. “Las sesiones duran unos 50 minutos y creemos que están siendo muy productivas porque nos encargamos de supervisar y corregir cada uno de los ejercicios que realizan los alumnos”, puso en valor Liberatore, quien también aseguró sentirse muy satisfecho por la acogida que ha tenido este campamento, de hecho, “en solo unos días se completaron las plazas disponibles y muchos se quedaron en lista de espera, por eso queremos repetirlo en breve”.

Y es que no todos tienen la suerte de entrenar con los mejores y seguir su ejemplo. Hermann y Wolkowyski han sido jugadores olímpicos, han jugado en la NBA, en la ACB y en diferentes equipos europeos. “Hemos aprendido que no siempre hay que ganar, que es más importante participar y aprender cosas nuevas”, decía Antonio Moreno, uno de los alumnos de menor edad del campus. También coincidía en este aspecto la pequeña Sofía Ela Birttan, quien se mostraba muy orgullosa de haber “aprendido a lanzar la pelota más rápido y directo a la canasta”.

De Alemania procede Guillermo Gaset, que decidió aprovechar sus vacaciones en Mijas para apuntarse a este campus “porque en Alemania todavía no dejan jugar al baloncesto por la pandemia”. “Me gustaría estudiar en América y dedicarme profesionalmente a esto, y lo mejor es aprender de los que ya han estado en la NBA”, valoró.

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