Micaela Fernández. Datos y fotos: M.F. y Nuria Luque. Como una criatura nueva que viene al mundo, Mijas Semanal nació un 27 de febrero de hace 18 años. Entonces nos quedaba todo por hacer, la ilusión por crecer era nuestra guía y el trabajo y el esfuerzo por dar todo lo que de nosotros se esperaba, nuestro horizonte. Hoy celebramos ya nuestro décimo octavo aniversario; con 932 ejemplares en la calle. Cumplimos la mayoría de edad a vuestro lado, siempre contando todo lo que ocurre en Mijas, siendo la voz de todos aquellos mijeños y de vecinos adoptados también que tienen algo que compartir. Testigos de acontecimientos históricos y de historias personales imborrables, como la tinta que dibuja cada semana nuestras páginas, antes solo en formato papel y ahora de manera virtual viajando por no se sabe cuántos rincones del mundo. Con un diseño vanguardista, siempre reinventándonos con ideas renovadas, pero fieles a nuestro objetivo de ser un servicio público, y como un miembro más de la gran familia que compone Mijas Comunicación.

Por quinto año consecutivo, esta vez también celebramos esta fecha tan señalada convirtiendo nuestra portada en una auténtica obra de arte. En esta ocasión, es un cuadro del pintor mijeño Miguel Pérez Alarcón. Una obra surrealista, su gran pasión, con la que invita al espectador a dar rienda suelta a su imaginación y creatividad. La figura central del cuadro es la querida por todos los mijeños Ermita de la Virgen de la Peña, “sobre ella he ido creando un paisaje onírico en el que cabe todo tipo de conglomerado de escena”, explica el autor. Su obra es “un atlante contemplando la inmensidad de Mijas”, añade Pérez, quien reconoce que “pintar la ermita ha supuesto para mí muchos recuerdos de mi infancia. Tampoco descarto pintar a mi patrona algún día”.
En cuanto a la oportunidad de ser este año su obra portada de Mijas Semanal, el artista, con más de 40 años de trayectoria, lo considera como una “iniciativa muy interesante. Todo lo que sea promoción, ayuda”, apunta el pintor, que a día de hoy se gana la vida como constructor, aunque con muchos proyectos en mente como artista. “Con la misma ilusión de un principiante, con la libreta llena de bocetos y la imaginación saliéndome de mi renovada testa”. Porque eso sí, asegura, imaginación no le falta, es su “fuerte”, asegura. “A lo mejor soy más creativo que técnico”, comenta, por cierto, desde el taller de su casa, desde donde salen todas sus obras. “No necesito ir a ningún sitio para inspirarme”, todo su arte está en su mente. “Cuando pinto, intento llegar a un tipo de público que le guste descubrir, porque no es igual mirar que ver”, opina.
En cuanto a su relación con el arte, se podría decir que ha vivido sus dos caras, el sueño por llegar a vivir de ello, pero también “la cruda realidad”. Y esta es la sencilla historia de un mijeño que cuando niño marchó fuera en busca de un futuro mejor. Que regresó ya de adulto, dejando atrás toda una vida, porque echaba de menos a su Mijas, “un lugar que solo el que ha estado fuera sabe valorar, esa luz, ese clima, esa tranquilidad...”. Un hombre que se gana la vida como puede, sin olvidar su verdadera pasión: la pintura.

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