M. Fernández / P. Murillo. Hoy se ha vivido una mañana muy divertida en la sede de Adimi. Los alumnos del módulo de Enseñanza y Animación Sociodeportiva del TSEASD del IES Sierra Mijas han visitado a los usuarios de la Asociación de Personas con Discapacidad de Mijas para compartir con ellos una mañana de música y baile de lo más entrañable. “Cuando estos alumnos del módulo salgan al mundo laboral, que será dentro de unos meses, tendrán clientes con diferentes problemas o diferentes discapacidades y ellos tienen que saber cómo actuar con ellos. La inclusión es muy importante. No es aparcar a la gente sino que la inclusión real es la participación activa en cada una de las actividades que se plantean. Da igual las cualidades de los participantes, hay que adaptar la actividad a que todos se lo pasen bien y todos participen“, explicó la profesora del TSEASD del IES Sierra Mijas, Sara Morey.
Los alumnos del módulo de Enseñanza y Animación Sociodeportiva del IES Sierra Mijas han hecho de animadores de los chicos de la unidad de estancia diurna y el taller ocupacional de Adimi. Juntos han bailado, han hecho deporte y se lo han pasado en grande. Era un ejemplo más que claro de una inclusión real. “Me parece súper importante tener en cuanto a todo el mundo. Nosotros estamos aquí hoy demostrando que todo el mundo puede realizar actividad física, divertirse realizando deporte independientemente de sus características y gustos”, opinó una de las alumnas del módulo y coordinadora hoy del grupo, Tábata Gutiérrez.
Para los alumnos del módulo, matizó la profesora, “la parte práctica es fundamental, porque en los libros vienen muchas cosas, pero si no tienes la aplicación directa, no se aprende realmente. Hay que tener experiencia con usuarios reales y aplicar los conocimientos porque cambia bastante la cosa”. Y está claro que con la actividad desarrollada en Adimi la realidad ha superado a la teoría. Los usuarios trabajaron, a través de la música y la diversión, cada uno con sus limitaciones, aspectos como la coordinación, el equilibrio, hicieron gimnasia cerebral, percusión corporal y ejercicios de relajación y vuelta a la calma. Y, sobre todo, animadores y usuarios, se sintieron por un rato felices, bailando y riendo como niños.
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