Isabel Merino. En el lenguaje de las flores, el girasol tiene un bonito significado que resume a la perfección la filosofía de Cudeca, ‘Yo me giraré siempre hacia ti’. Ahora, es la fundación la que pide a toda la sociedad malagueña que se una al Efecto Girasol y “se gire” hacia ellos, ayudándoles a mantener los cuidados paliativos tanto a pacientes con cáncer y otras enfermedades terminales como a sus familias. Se trata, como ellos dicen, de “añadir vida a los días”. “Los tres meses del estado de alarma, las tiendas tuvieron que cerrar a cal y canto y eso ha supuesto unas pérdidas de 600.000 euros y, por otro lado, se hacían una media de 200 eventos benéficos, miles de cosas que, a día de hoy, han desaparecido”, explica la gerente y directora médica de la Fundación Cudeca, Marisa Martín.
Según Martín, la imposibilidad de organizar eventos benéficos unida a la falta de voluntarios en sus tiendas está generando un déficit económico que amenaza el mantenimiento de sus servicios de atención a pacientes con enfermedades terminales. Todo ello ha llevado a la fundación a lanzar una campaña de ‘crowdfunding’. El objetivo es recaudar 185.000 euros para mantener durante un año un equipo de Atención Domiciliaria formado por médico, enfermero, psicólogo y trabajador social, especializados en cuidados paliativos. “Pensando que en 28 años que lleva la fundación hemos atendido a cerca de 17.000 familias en Málaga, si cada uno diera un donativo de 10 euros, imaginemos lo que supondría, conseguiríamos el dinero para pagar los sueldos del equipo durante un año”, completa Martín.
Eva Lara es una de las familiares que visita cada día, desde hace una semana, el centro de Cudeca en Benalmádena. Acompaña a su padre, diagnosticado siete meses atrás con un cáncer terminal. Desde su experiencia, anima a todo el mundo a que colabore con la fundación. Confiesa que, a pesar de que su situación económica no pasa por un “buen momento, he hecho un esfuerzo y me he hecho socia, porque he visto que la labor que hacen es súper importante, lo que hay aquí debería haberlo en más sitios”.
Según estiman desde la fundación, de cara a 2021, las pérdidas podrían ascender hasta el millón de euros. Colaborar con la campaña es tan fácil como entrar en el sitio web de Cudeca (www.efectogirasol.org) y unirse al Efecto Girasol.
28 años de vida
Fue hace ya casi 30 años cuando la británica Joan Hunt soñó con una fundación basada en el voluntariado y la solidaridad de las personas, capaz de ofrecer alivio y consuelo a los pacientes que pasaban el difícil trance de enfrentarse a la última etapa de sus vidas, así como a sus familias. Así nació Cudeca. La fundación atiende anualmente a una media de 1.500 pacientes en la Costa del Sol, el área de Guadalhorce y parte de Málaga capital, abarcando a una población de 900.000 personas. Cuentan con unidad de ingreso, centro de día y seis equipos de atención domiciliaria que, cada día, pueden llegar a visitar hasta 500 hogares, a lo que se suma la atención telefónica, que se ha multiplicado durante la pandemia. “Enfrentarse al final de la vida es muy complicado, hacerlo en casa es complicado, los familiares se convierten en enfermeros. Con los cuidados paliativos podemos conseguir muchas cosas, donde antes la medicina decía que no había nada que hacer, nosotros reivindicamos que hay mucho que hacer”, asegura la directora médica de Cudeca.
El centro de Cudeca en Benalmádena funciona como una unidad de ingreso dependiente del Hospital Costa del Sol; de hecho, Cudeca recibe entre un 15 y un 20% de financiación pública, una aportación insuficiente para mantener su infraestructura. Las 23 tiendas de segunda mano repartidas por toda la provincia y su red de voluntarios, siempre volcados en la organización de eventos benéficos, hacen el resto. De todo ello depende que la fase final de la vida sea para estos pacientes más llevadera y que sus familias sean capaces de afrontar con actitud positiva el proceso de acompañamiento y de duelo.
Comparte esta noticia desde el siguiente enlace: https://mijascom.com/?a=19550