La televisión municipal de Mijas, la que comenzó sus emisiones aquel 6 de junio de 1994 (pronto cumple la mayoría de edad), con vocación de llevar sus contenidos a lo largo de los municipios de la Costa del Sol, (de ahí viene lo de 3.40) y que no ha dejado en todo este tiempo de ser referente de buen hacer, de ahí viene lo del punto, ha dado un nuevo salto, hacia adelante, como no podría ser de otro modo.
Atrás ha quedado la era analógica, la que nos dio tantas satisfacciones. Pero los aparatos técnicos y la forma en que se propaga la señal es solo técnica; son los contenidos y el cariño con que son elaborados los que prevalecen: ¡viva la era digital!, la TDT, como se la conoce.
Haciendo un poco de comparación, desde el punto de vista legislativo, entre la época analógica y digital se podría decir que no hay color, ni paralelismo. Antes, las emisoras municipales podían contar con las 24 horas. El Plan Técnico Nacional de la TDT Local, en su alumbramiento en 2005, lo dejó bien claro y así aún perdura: los ayuntamientos tendrán su propio canal en TDT compartido con los municipios que integran la demarcación. En el caso que nos ocupa, y perjudica, son cuatro: Benalmádena, Coín, Alhaurín El Grande, y Mijas, puesto que Fuengirola, como así se llama la demarcación, obtuvo para sí, de forma excepcional y extraña, el primero de los canales públicos, con sus 24 horas.
Pero el legislador, que vive en Madrid, se equivocó de medio a medio. Mezcló en su pócima los municipios pequeños, pensando que implantando el concepto del canal compartido les resultaría más fácil poner en marcha su televisión local, frente a aquellos pueblos como Mijas, que tenían ya a sus espaldas muchísimas horas de producción propia y de emisiones. Pero sobre todo, el legislador creyó que los pueblos podrían convivir, repartiéndose como buenos hermanos las horas de mejor audiencia, como si las cosas de cada localidad no fuesen las más importantes para cada cual. Craso error.
Así nos encontramos a día de hoy, que entre la pérfida concepción del Plan Técnico Nacional de la TDT local y la crisis sobrevenida, el mapa de la televisión pública es, al menos en Andalucía, un verdadero desastre (aquí la Junta de Andalucía también tiene parte), con resultado de bastantes demarcaciones declaradas desierta y ayuntamientos que no se animan a dar el paso adelante con su televisión municipal, por no creer en la viabilidad de tener que asumir una importante inversión para después solo obtener un canal compartido con varios pueblos más. En la demarcación que nos ocupa, pasa algo parecido.
En Mijas, cuando se produjo en 2010 el “apagón analógico”, hubo que tirar de ingenio y alquilar horas a una empresa (UNA TV) que había obtenido una licencia privada de TDT local, para poder seguir emitiendoEn Mijas, cuando se produjo en 2010 el “apagón analógico”, hubo que tirar de ingenio y alquilar horas a una empresa (UNA TV) que había obtenido una licencia privada de TDT local, para poder seguir emitiendo y, de paso, mantener los 50 puestos de trabajo de otros tantos profesionales, pertenecientes a la plantilla de Mijas Comunicación S.A.
Ese alquiler de horas de emisión fue un buen bote salvavidas. Pero la 3.40, la pionera en televisión local, pasaba de sus 24 horas en analógico, a tan solo 4 en digital (más otras cuatro en horario matinal de reposición). Ahora se ha construido una nueva realidad, por la que se alquila a otra empresa (ATATON PRODUCCIONES, S.L.), también licenciataria de un canal privado de TDT, las 24 horas en emisión. Todo, en mejores condiciones que el acuerdo anterior, tal vez uno de los pocos beneficios que nos ha traído la manida crisis.
La televisión municipal de Mijas con esas 24 horas de emisión recupera lo que nunca debió de perder, pero es hora de renovar también su imagen. ¡Ha nacido la nueva 3.40 Mijas! y para distinguirla, incorpora el elemento que constituye la mejor seña de identidad mijeña, como es el famoso burrito, con el que se fija una “sociedad” de promoción universal. Nuestro burrito no corre tan rápido como los pura sangre del hipódromo, pero ha consolidado su imagen a base de tesón en su particular carrera de fondo, como a partir de ahora lo hace Mijas 3.40, la televisión local de todos los mijeños.
Este planteamiento se mueve en el ámbito privado. En el público, el segundo canal compartido, al que pertenecemos de forma más natural, también se gestiona por buen camino; finalmente tanto Alhaurín El Grande como Coín, ambos reticentes durante bastante tiempo, han aprobado en sus respectivos Plenos la incorporación de sus ayuntamientos a la Sociedad INTERCOSTA, la que gestionará esa señal compartida y que dará lugar a un producto televisivo novedoso, aunque algo raro al principio.
La televisión local pública, que es tanto como decir cada pueblo, no renuncia a disponer, por derecho, a su canal propio de 24 horas al día, sin tener que compartir la jornada con la producción de otras emisoras municipales; no por llevarnos mal, sino por la imposibilidad de compatibilizar en una sola emisión realidades sociales, económicas y culturales, bien distintas. Esa es la esencia de la televisión local o de proximidad, la atención específica a una localidad. Una vez que este modelo triunfo en todas partes, ¿qué necesidad había de cambiarlo? Pediremos a los nuevos legisladores, que nos echen una mano, que legislen otra vez, esta vez escuchando.
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