En la actualidad, muchas empresas hacen gala de su responsabilidad social. Una filosofía y una manera de entender los negocios de la que CLC World, también conocido como Club La Costa, apenas ha hecho alarde. Una trayectoria silenciosa y humilde la que ha desarrollado a través de su Fundación Sonrisa desde que la creara en 1999, pero que ha ayudado a numerosos colectivos y personas anónimas.
Precisamente, el director de operaciones y presidente de La Fundación Sonrisa, José Luis Mella, puso de relieve el compromiso de la responsabilidad social en la pasada celebración navideña de la empresa, en la que también estuvieron presentes el director gerente de CLC World, Patrick Ingram; el consejero y jurista Eugene Miskelly; y el director de recursos humanos y secretario de la fundación, Juan Miguel Marcos; así como empleados de la empresa.
Por su parte, Mella resaltó que “son muchas las acciones encaminadas a mejorar la calidad de vida de colectivos a través de la recogida de alimentos, tapones, mobiliario, ropa y otros enseres, así como de las donaciones de equipos informáticos y material escolar”.
Desde La Fundación Sonrisa destacan que su gran apuesta, sin lugar a dudas, ha sido la construcción del Centro Cruz Dias-ADIMI, con el que han contribuido aportando 1,6 millones de euros durante todo el proceso, que culminó con su inauguración el 30 de junio de 2017.
El presidente de la entidad añadió que “seguiremos ayudando al tejido social de nuestro territorio con la Fundación Sonrisa y trabajando para mejorar su visibilidad cara a su promoción exterior y ante las entidades oficiales y aumentar su alcance”.
Por último, desde la organización hicieron hincapié en que el objetivo es continuar ampliando la red de ayuda a los que más lo necesitan, gracias a las iniciativas solidarias que se pondrán en marcha durante 2018.
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