Como ya saben, el verano ha estado marcado por la presencia de medusas en las playas mijeñas. Esta semana, parece que el problema ha aminorado aunque no sería raro encontrarnos de nuevo con estos animales en los próximos días. Para evitar que nos piquen, la empresa Brigada Socorrista ha impulsado una campaña preventiva durante los días 18 y 19 de agosto.
Los socorristas repartirán a los bañistas unos folletos informativos para concienciarles de los cuidados que debemos tener si observamos una o varias medusas merodeando por el agua. En ellos, se explican las diferentes especies que proliferan en nuestro entorno marino, de qué manera actúan, cuáles son las más peligrosas y qué motivos propician su llegada. Uno de esos factores, por cierto, es la temperatura elevada del agua. “También suelen aparecer en zonas cercanas a los puertos o donde se acumulan las llamadas natas”, ha explicado Juan Carlos Martos, coordinador de playas de Brigada Socorrista.
Estos folletos, escritos en español e inglés, también incluyen recomendaciones en caso de recibir una picadura de medusa. Lo primero, acudir al puesto del socorrista. “Nosotros valoramos el alcance de la lesión y eliminamos cualquier rastro de medusa que pueda quedar impregnado en la piel. A continuación, rociamos una solución de agua salada y vinagre para reducir el escozor de la picadura”, detallaba la enfermera Raquel Higueras.
Esta campaña forma parte del programa de prevención puesto en marcha por los socorristas en los meses de julio y agosto. Hasta finales de mes, impulsarán dos más. Una sobre prevención de accidentes en la playa y otra sobre el conocimiento del litoral mijeño.
Campaña 'Pez Peque No'
No es la única campaña informativa que se desarrolla estos días en La Cala de Mijas. Si este miércoles bajan a la playa del Torreón también encontrarán otra gran carpa, esta vez de la Junta de Andalucía. En ella obtendrán obtendrán información sobre las repercusiones negativas del consumo de peces inmaduros.
La campaña, denominada 'Pez Peque No' se está desarrollando en todo el litoral andaluz e insiste en la importancia de respetar las tallas mínimas de los peces para poder ser consumidos. “Le explicamos que si el pescado no ha alcanzado su etapa adulta, no se ha reproducido y, por tanto, no ha dejado su estirpe en el mar, por lo que se pone en peligro la existencia de las especies”, manifestaba Sofía Pastor, directora provincial de la campaña. . Las consecuencias que acarrea el consumo de inmaduros no solo afectan al sector pesquero. “Para nosotros también, que no podremos degustar el pescado con las propiedades tan nutritivas que tiene, y por supuesto para la naturaleza y el ecosistema marino”.
A través de folletos y diferentes actividades, tanto niños como mayores son informados del tamaño que deben tener los peces para poder ser pescados, vendidos y servidos en la mesa. Estas medidas son de obligado cumplimiento en toda la Unión Europea. Por ejemplo, las especies marinas más pequeñas y aptas para su consumo son las chirlas y las coquinas, aunque estas nunca deberán medir menos de 2,5 centímetros. El tamaño idóneo de los boquerones y sardinas oscila entre los 9 y los 11 centímetros. Y las medidas de la merluza, el lenguado, la dorada y la herrera siempre deberán ser superiores a los 20 centímetros.
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