El concejal de Agricultura y Ganadería en el Ayuntamiento de Mijas, José Antonio Sánchez Peña, ha recordado hoy que el Consistorio continúa la campaña, puesta en marcha hace más de una año, para concienciar a los dueños de perros de que recojan las deposiciones de sus mascotas, así como que adquieran pautas de comportamiento cívicas con sus animales en la vía pública.

"Gracias a esta campaña, se ha reducido un 70% el número de dueños que dejan las deposiciones de sus mascotas en las calles y parques públicos, pero el 30% restante debe aprender a respetar a sus vecinos. Mijas es una ciudad limpia y además, es una localidad turística, por lo que nuestra imagen es fundamental", aseguró Sánchez Peña.

Para ello, el Ayuntamiento cuenta con la colaboración de un educador canino, que ofrece charlas en asociaciones de vecinos y culturales, en las que los propietarios de perros pueden adquirir conocimientos sobre conducta animal y sobre comportamiento cívico. En la Tenencia de Alcaldía de Las Lagunas se ofrece información sobre estos encuentros.

"Educar a un animal no es una tarea difícil, no requiere demasiado esfuerzo. Todos debemos ejercer una mínimas pautas de comportamiento con nuestros perros en las calles, y si no se saben, nosotros ofrecemos la oportunidad de aprenderlas", apuntó el edil de Agricultura y Ganadería.

En este sentido, Sánchez Peña sostuvo que "no podemos dejar sueltos a los perros en las calles por seguridad de las mascotas, del resto de vecinos y del tráfico, como tampoco podemos permitir que hagan sus necesidades en plena calle porque conllevan un riesgo para la salud pública".

Por su parte, el educador canino Óscar Gil aseguró que "un animal de compañía no nace, se hace, y hay que enseñarle". En este sentido, aseguró el educador, "es muy fácil enseñar a un animal, solo falta un poco de cultura tanto para actuar de forma cívica con nuestros animales, como para cuidarlos, debemos aprender de otros países de Europa que tener un animal es un placer y una responsabilidad".

Hay que recordar que no recoger los excrementos de su mascota puede acarrear una multa al propietario de hasta 750 euros en base a la ordenanza de Seguridad y Conviviencia Ciudadana, que lo tipifica como una falta leve. 

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