Esta es la historia de un buen hombre. Como dicen, de esos a los que no les cabe el corazón en el pecho. Mañana por la noche miles de niños mijeños vivirán un año más la magia de la visita de Papá Noel, que se colará en nuestros hogares haciendo realidad muchos de nuestros deseos. Esta semana Mijas Semanal les cuenta la historia del Santa Claus oficial de España. El que visita cada año los Encuentros navideños de La Cala repartiendo ilusión por todos los rincones. Nuestro Papá Noel se llama Bent Friis-Vest. Tiene 75 años y en 2015 cumplirá tres décadas como Santa Claus. Así empezó todo. Ho, ho, ho...
Desde 1957, en Copenhage, Dinamarca, se celebra cada mes de julio el Congreso Mundial de Santa Claus. Un encuentro en el que se dan cita candidatos a Papá Noel de todas partes del mundo. Tras pasar un serio proceso de selección y superar numerosas pruebas (como descensos de chimeneas, carreras de trineos o concursos de comer ‘risalamande’, un arroz con leche típico danés que se degusta por Navidad), se elige a los Santas oficiales de cada país. Eso sí, según las bases del concurso, los seleccionados deben comprometerse a representar el papel durante todo el año y, siempre, mantener y fomentar el espíritu de la Navidad allá por donde vayan. Y tener, ante todo, una actitud cariñosa con los niños. Una vez elegidos, los Santas desfilan por la ciudad, convirtiéndose en todo un atractivo turístico. Pues bien. Ben Friss-Vest, aunque es danés (pero reside en la Costa del Sol desde 1978 y estuvo casado con una española y eso es requisito suficiente), es el Papá Noel español oficial desde hace 29 años.
Tres décadas repartiendo ilusión
“Cuando empecé como Santa Claus trabajaba en la montaña rusa del parque de atracciones de Bakken, donde se celebra el congreso, y me propusieron que me presentara. Yo dije que no. Al año siguiente me insistieron y, como mi hija y mi nieta se sumaron a la propuesta, no supe negarme. Acepté por un año y representando a España”, recuerda Friis-Vest entre risas. Lo cierto es que el año que viene llevará 30 años enfundándose el traje rojo cada Navidad y asegura que “seguiré mientras me encuentre bien, para seguir haciendo felices a los niños”. Pensaba ‘jubilarse’ a los 70... Pero ya tiene 75 y continúa con la ilusión de la primera vez. “Porque el trabajo de Papá Noel es duro”, asegura, “aunque muy gratificante”. “No hay nada como la sonrisa de un niño cuando ve a Papá Noel”. ¿Y por qué lo hace? Le preguntamos. “Porque creo que hago felices a los niños”, explica.
Pero su función va mucho más allá de salir a la calle a recoger la carta de los niños (durante muchos años también trabajó como Papá Noel para Tívoli World en Benalmádena). Este danés, que disfruta de su jubilación entre nosotros, visita cada año a los niños del Hospital Materno Infantil de Málaga protagonizando una misión entrañable. “Cada 24 de diciembre regalo peluches a más de 200 niños enfermos y en enero, a los que están ingresados en Oncología, también les llevo regalos”, explica. Una labor que hace de forma altruista. Vende ositos todo el año para recaudar fondos y poder comprar los regalos. “Este año llevaré una televisión, un ipad, una tablet... y más cosas que tengo apuntadas en la carta”, comenta. Eso sí que es la magia de la Navidad. Así que, ya sabéis, no olvidéis poner esta noche el vasito de leche junto a la chimenea. La noche es larga... y Bent y sus renos os lo agradecerán.
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