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Viernes 20/09/2024

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El Centro de la Mujer atiende cada vez más casos de chicas jóvenes

Esta tendencia, que está generalizada en el país, hace que la educación sea una herramienta prioritaria para el departamento, que inicia en enero una campaña específica en centros de Primaria

El control abusivo de la pareja y su aislamiento está siempre presente en los casos de violencia de género. Conducir peligrosamente para atemorizar a su chica, utilizar el chantaje, el insulto o humillarla en público son algunas de las señales para detectar que existe un problema que suele venir acompañado de otros signos como impedir los contactos sociales y familiares de esta, criticar su forma de vestir, no respetar sus decisiones y gustos, controlar sus movimientos, mostrar celos hacia compañeros de clase o trabajo...

Estas situaciones, desgraciadamente, son demasiado habituales entre la población juvenil, como explica la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Mijas, Silvia Marín, ya que “las estadísticas confirman que cada vez se produce a edades más tempranas y se ha detectado que ha bajado hasta los 16 años”.

El problema, indica, es que “los jóvenes tienen un concepto erróneo de que ‘ese rollo no va con ellos’,  que un empujón no es una agresión y el tener controlada a tu chica es porque la quieres” y quizá pueda ser el germen de que “se está desarrollando la violencia de género en edades tan tempranas”, no solo en Mijas sino en todo el país, a pesar de toda la información que reciben a través de vídeos, charlas y la involucración de asociaciones.

Por este motivo, la edil ha adelantado que “a partir de enero queremos empezar a trabajar con las coordinadoras de igualdad de los centros de Primaria para impartir charlas una vez al mes”, en las que se informará a los estudiantes sobre las señales de alerta ante esta lacra social que “no siempre empieza por un bofetón o un empujón”, sino que puede iniciarse con maltrato sicológico. “Queremos empezar con edades más tempranas porque vemos que a los institutos, a día de hoy, ya llegamos tarde”.

De hecho, la sicóloga del Centro de la Mujer, Elisabeth Jaime, señala que “cada vez tenemos usuarias más jóvenes, de 17 años en adelante, y eso antes no era corriente; eran personas más bien de mediana edad”. En la misma línea, la informadora del área, Raquel Ayudarte, asegura que incluso está “habiendo agresiones a menores en su primera relación” y “por eso hemos dedicado la campaña a alumnos de Secundaria, etapa en la que inician sus primeras relaciones”.

La abogada del departamento, Encarnación Daunis, corrobora que “en Mijas tenemos muchas adolescentes con maltrato sicológico, maltrato físico y órdenes de alejamiento”. Detrás de estos casos, apunta, subyace una percepción distorsionada de la realidad entre adolescentes, puesto que “hay muchas chicas que se creen que tienen que agradar a su chico (y ven normal que le controle la ropa o el teléfono) y muchos chicos que creen que por decirle a su pareja que no se ponga minifalda quieren más”.

 

La sociedad debe reflexionar

Parece irónico que en la ‘sociedad de la información’, los jóvenes muestren estas actitudes pero, a pesar de que ahora se les educa en igualdad, siguen recibiendo mensajes sexistas.

Desde videojuegos que alentan la violencia (según Raquel Ayudarte, ha habido alguno que puntuaba por pegar a una mujer y que se podía descargar de forma gratuita en Internet) a series televisivas o anuncios, Internet e incluso los cuentos, que como aprecia la sicóloga del área, no los hay “que digan que la realidad social está cambiando, que los papás y mamás trabajan, que ambos se hacen cargo de las tareas domésticas y que es normal que haya familias monoparentales y que parejas homosexuales adopten niños”. 

La educación de las familias no se está actualizando y los roles tradicionales se siguen manteniendo.

 

Nuevas tecnologías y maltrato

Además, las nuevas tecnologías han permitido al joven maltratador encontrar nuevas fórmulas para controlar a la pareja a través de las redes sociales, por ejemplo, con la amenaza de difundir alguna foto comprometida en Internet o bien utilizando la clave de su pareja y enviar mensajes haciéndose pasar por ella, etc.

Objetivo: sensibilizar a los adolescentes

La detección de este tipo de conductas entre los más jóvenes ha hecho que el área para la Igualdad se emplee a fondo con este segmento poblacional y haya diseñado para ellos los actos con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género de esta edición. El objetivo: enviarles un claro mensaje a los adolescentes.

Para ello, como explica la edil del área, Silvia Marín, “estuvimos toda la semana impartiendo charlas en centros educativos de primaria y secundaria” sobre prevención “para que pudieran reconocer cuáles son las primeras señales de violencia”.

Una iniciativa que se suma a la campaña de sensibilización en los institutos (a cargo de la empresa Ágora y la Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación de Gobierno) y que se completa con los actos institucionales del 25 de noviembre, que tuvieron lugar en el edificio de Formación, Empleo y Juventud e incluyeron la proyección de la película ‘No estás sola, Sara’, seguida de un debate, la lectura de un manifiesto y una ‘Reflexión sobre violencia de género’, escenificada a través del baile con coreografía de Bernardi Gabriel y, la inauguración, al día siguiente, de la exposición de Beatrice Morales que exhibe en la sala Patio de Las Fuentes del Ayuntamiento de Mijas una colección de obras en cerámica esmaltada titulada ‘Una sola razón, tú... mujer’.

Un servicio integral para las víctimas

INFORMACIÓN

Cuando una mujer víctima de malos tratos acude al Centro municipal de la Mujer, su primera toma de contacto suele ser con la informadora, en este caso, Raquel Ayudarte, que se encarga de recibirla, atenderla y realizarle una primera entrevista en la que “se desgrana la problemática que presenta y, en función de esta, es derivada a la sicóloga, a la abogada o bien a ambas”, e incluso, si es necesario, a Servicios Sociales.

Si la mujer ya cuenta con una orden de alejamiento se le puede tramitar una serie de ayudas como la Renta Activa de Inserción, a través del INEM, por la que percibirá 426 euros mensuales durante 11 meses, renovable a tres años siempre que mantenga la condición de  víctima; además de la teleasistencia móvil (en contacto con la Guardia Civil por GPS) para ser localizada si se siente en peligro solo con pulsar un botón o casas de acogida (servicio gestionado por el Instituto Andaluz de la Mujer) en cualquier provincia andaluza, una opción cada vez menos solicitada.

En ocasiones, si se ha marchado sin nada, se le proporciona alimentos y necesidades para esa primera noche o incluso vales de alimentos para canjear en el supermercado si el agresor no le pasa pensión. También se le ofrecen recursos municipales como talleres de manualidades o teatroterapia.

ASESORAMIENTO JURÍDICO

Para la abogada Encarnación Daunis, la “atención integral es una prioridad” en estos casos pues se trata de evitar victimizar más a la persona y que no tenga que ir de un lado a otro contando su situación. Así, de la informadora el caso pasa a ella, la asesora jurídica.

Su misión es ayudarle a redactar la denuncia, que debe tener la información más completa y detallada posible para que la jueza lo considere un delito de malos tratos y no, por ejemplo, una falta de lesiones.

Por ello, dice, es importante empatizar con la víctima, teniendo en cuenta que le resulta difícil hablar de su intimidad, del padre de sus hijos... y, sobre todo, denunciar. 

Una vez que la mujer le pone en antecedentes (de lo que guarda el secreto profesional), le acompaña a tramitar la denuncia a la Guardia Civil (o a la Policía Nacional) donde se debe dejar clara su situación de riesgo, especificando si han existido episodios de violencia ambiental, maltrato sicológico o agresión sexual, al igual que al juzgado hasta que se dicte un auto con la orden de protección (en la que se incluye la orden de alejamiento) y, a los 30 días, se celebra un nuevo juicio al que también se le acompaña en algunos casos.

Paralelamente, se inicia el proceso de la separación legal. El Centro de la Mujer hace un seguimiento de cada expediente.

ATENCIÓN SICOLÓGICA

Cuando un caso de violencia de género llega a la sicóloga, Elisabeth Jaime, es porque la usuaria lo ha solicitado o bien interviene cuando alguna de sus compañeras recibe a la víctima en las dependencias municipales y está bloqueada, con ansiedad... con lo que se realiza una atención conjunta.

Cabe destacar que se trata de una situación frustrante para ellas -comenta- y en algún caso peligra tu vida, con lo que sufren síntomas como depresión o ansiedad. De hecho, existe el síndrome de la mujer maltratada al que también se asocian otros signos como intentos de suicidio, insomnio, abuso de fármacos, trastornos de alimentación o problemas ginecológicos y un largo etcétera.

A veces, explica Jaime, la víctima se derrumba antes de interponer la denuncia pues es habitual un sentimiento de culpabilidad que hace que dude porque piensa que si le da más tiempo a su agresor va a cambiar.

También, en ocasiones, la violencia no es física sino sicológica (control de las salidas, del móvil, de su vestimenta...) y ellas no lo consideran violencia de género e incluso hay mujeres que minimizan la violencia física y restan importancia a un bofetón, tirón de pelo o pellizco. Una vez detectado el problema, se tratan las secuelas, aunque suelen ser reacias a terapias grupales.

La denuncia, un paso adelante

La Guardia Civil de Mijas tiene un equipo especializado en violencia de género y menores que será el que registre y tramite la denuncia que le puede llegar por varias vías: avisos desde centros de salud (existe un parte médico y, una vez recibido, se investiga); desde el Centro de la Mujer del Ayuntamiento de Mijas o cuando la mujer acude a  presentar directamente la denuncia. En los tres casos, los agentes instruyen diligencias.

Según fuentes del cuerpo, “en el atestado se deben adjuntar vestigios que puedan dar solvencia a su denuncia como partes médicos, lesiones (de las que la Guardia Civil realiza fotografías si la víctima da permiso) o testigos, y también se hace una inspección ocular en el domicilio cuando se alega rotura de mobiliario”, a partir de ahí, añaden, “se le asesora de sus derechos como mujer maltratada y se le da por escrito. Sin denuncia no puede hacer uso de ellos” y si después el juzgado dicta medidas cautelares de protección y civiles “abrimos un expediente y elaboramos un plan de seguridad personalizado”.

Puede denunciar cualquier familiar o vecino y, por ser un delito público, “la Guardia Civil de oficio está obligada a perseguirlo aunque no medie denuncia de la persona agraviada” que “en un alto porcentaje tiene entre 30 y 40 años”.

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