La Policía Local de Mijas detuvo el pasado 12 de abril a un hombre por quebrantar una orden de alejamiento que le impuso un juez contra su expareja por violencia de género. El citado mandato judicial le obligaba a estar a más de 500 metros de distancia con respecto a su anterior pareja sentimental.
Ocurrió sobre las 15:45 horas del pasado sábado, cuando un vecino de un bloque de apartamentos ubicado en la urbanización Riviera del Sol alertó a la Jefatura de Policía Local de que se estaba produciendo una fuerte discusión entre un hombre y una mujer en el interior de una de las viviendas. Hasta el lugar de los hechos se desplazó una unidad policial que pudieron comprobar cómo dicha disputa se había trasladado a la calle y que el hombre tenía a una niña pequeña en brazos.
Los agentes se acercaron a ellos para comprobar que todo iba bien e identificarlos. Estos aseguraron que habían sido pareja, que la niña era hija de los dos y que tenían un acuerdo para que la menor pasara los fines de semana con el padre.
Sin embargo, los agentes pudieron saber, al pasar los datos del progenitor por el terminal, que sobre él pesaba una orden judicial de alejamiento de distancia contra su expareja y madre de su hija por violencia de género. Se trataba de J. L. G. V., nacido en el año 1985, vecino de Mijas y no podía acercarse a ella a menos de 500 metros.
Ante esto, los funcionarios decidieron llevárselo detenido por quebrantamiento de dicha orden judicial.
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