Entre los gastos que el Consistorio está meditando reclamar a los organizadores del evento frustrado estarían los que tienen que ver con el operativo policial desplegado para vigilar que no se violara el cierre temporal, las horas extra de los trabajadores que se dedicaron a lograr que las autoridades judiciales avalaran el precinto, así como las distintas campañas publicitarias encargadas por los servicios de comunicación del ente local en varios medios de comunicación para advertir de que esta celebración no contaba con la necesaria autorización municipal.
Las referidas fuentes muncipales mencionadas al inicio, explicaron que están recopilando todas las cifras para decidir si, finalmente, van a efectuar la reclamación.
El juzgado número tres de Fuengirola habilitó al Ayuntamiento para que pudiera decretar el cierre temporalEn este sentido, las mismas recordaron que el alcalde de Mijas, Ángel Nozal, firmó el pasado 23 de diciembre un decreto denegando a los organizadores del evento la celebración del mismo por “no cumplir las condiciones de seguridad preceptivas”. Poco después, el viernes 27, representantes de la Policía Local realizaron una inspección en el lugar donde estaba previsto celebrarse la macrofiesta y pudieron saber, por voz de los propios organizadores, que estos ya llevaban vendidas más de 1.700 entradas.
Por ello, ya el lunes 30 de diciembre, el regidor se dirigió al juzgado de instrucción número tres de Fuengirola para pedir amparo judicial a fin de poder precintar el salón. La magistrada concluyó, ese mismo día, que el Consistorio podía decretar el cierre temporal del establecimiento de acuerdo con las competencias que le otorga la ley.
“El Ayuntamiento de Mijas no puede permitir el menor riesgo en ningún espectáculo de este tipo. En general, en ninguno, pero mucho menos en uno como éste donde viene mucha gente de fuera, el consumo de alcohol suele ser superior al habitual y más en un establecimiento como el referido, que está situado tan cerca de una carretera mal iluminada y peligrosa”, dijo entonces el portavoz del organismo municipal, Mario Bravo.
Así, La Torre 2 permaneció precintado desde las 20 horas del pasado 31 de diciembre a las 8 horas del 1 de enero.
No hubo fiesta
Previamente, durante la mañana del mismo martes 31, los responsables de la fiesta, que tenían alquilado el salón de celebraciones, retiraron todos los equipos musicales y enseres, según indicó el propietario del restaurante Venta de La Torre, Salvador Díaz.
El precinto se mantuvo desde las 20 horas del 31 de diciembre a las 8 horas del 1 de eneroEn este sentido, el representante del establecimiento quiso aclarar que el restaurante no se vio afectado por el cierre temporal decretado por el Ayuntamiento y avalado por la juez del juzgado número tres de Fuengirola. Ya que, según Díaz, el cierre temporal tan solo afectó a La Torre II y como consecuencia de las acciones realizadas por la empresa organizadora del evento y que alquiló sus intalaciones para la madrugada del año nuevo.
Por su parte, la empresa organizadora colgó en su perfil de Twitter, en la noche del pasado 30 de diciembre, un comunicado oficial en el que informó de que la fiesta se trasladaría a otra sala de celebraciones de Málaga.
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