El hallazgo en las prospecciones arqueológicas que se ejecutan en La Muralla de Mijas Pueblo de un buril en lámina de silex sitúa el primer asentamiento humano en la localidad en el Paleolítico Superior, hace más de 20.000 años, muchos siglos antes de lo que hasta ahora se consideraba, la Edad del Bronce, es decir unos 4.000 años.
El buril es una herramienta utilizada por los habitantes prehistóricos para cortar pieles, carnes e incluso para hacer marcas y grabados en superficies duras, como cuernas o piedra, lo que a juicio de la arqueóloga directora de las prospecciones, Dolores Simón, es “una pieza diagnóstica” del periodo solutrense, es decir del Paleolítico Superior.
La pieza fue hallada en la tercera de las catas abiertas hasta ahora, junto con otros elementos que también podrían ser del referido periodo prehistórico, pero aún no datadas. Además, en la tercera cata los investigadores han hallado evidencias de la existencia de un templo púnico-fenicio, al encontrarse ofrendas con restos de animales y terracotas.
Igualmente, en dicha cata ha sido localizados unos ‘Ojos de Astrarté’ segundo exvoto que los arqueólogos hallan en La Muralla, lo que ratifica que en la zona existía un santuario púnico vinculado a cultos de carácter curativo hacia la divinidad “que lo ve todo”, Astarté o Tánit. Si el primer exvoto hallado en la primera cata era de bronce este, al parecer, es de plata.
Hasta el inicio de las catas arqueológicas en La Muralla – comenzaron este pasado verano – las evidencias históricas sobre los primeros asentamientos humanos en Mijas Pueblo se situaban en el medievo. En la primera de las catas se hallaron elementos característicos de la edad del Bronce – varias piezas cerámicas y un hacha - lo que situó el primer asentamiento humano en Mijas Pueblo en hace unos 4.000 años.
Ahora, con el hallazgo del buril y de otras piezas aún por estudiar “hay evidencias de que el primer asentamiento tiene al menos 20.000 años”, explicó el responsable técnico de la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Mijas, Juan José de la Rubia.
La importancia del hallazgo es que “en Mijas nunca se había investigado como ahora, y parecía que Mijas era una isla en la Costa del Sol donde no existió la prehistoria”, señaló De la Rubia. De hecho, las catas en La Muralla son las primeras que se realizan con rigor científico en Mijas Pueblo, gracias al empeño del alcalde Ángel Nozal y de la concejala Carmen Márquez.
En un principio estaba prevista la realización de diez catas de 2x10 metros cada una, si bien al llegar a la tercera y encontrar el equipo de arqueólogos evidencias de tan remoto pasado, se decidió solicitar permiso a la Junta de Andalucía para su ampliación en una superficie de 60 metros cuadrados.
Ahora, los técnicos participantes en la prospección procederán a la cubrición temporal de las catas para su reanudación en los primeros compases de 2014. “Hemos consignado en el proyecto de presupuesto para 2014 nuevas partidas para proseguir con las investigaciones y las catas”, puesto que “nuestro objetivo es estudiar a fondo la historia y la prehistoria de Mijas y exhibir en un museo todos los hallazgos”, explicó la concejala de Patrimonio Histórico, Carmen Márquez, quien proclamó que “nunca antes se habían realizado este tipo de investigaciones en Mijas”.
Comparte esta noticia desde el siguiente enlace: https://mijascom.com/?a=5967