Es mucho más que el homenaje a las antiguas artes y oficios de nuestra tierra.La Casa Museo es también una referencia turística para las miles de personas que visitan Mijas Pueblo y que encuentran, en ella, las respuestas a la singularidad de sus estrechas calles de fachadas encaladas. Una casa, de los vecinos, que desde hace casi un año está atendida por vecinos, la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, con quienes hacemos balance de estos meses de gestión.

La Casa Museo sigue abierta al público, no ha dejado de ser uno de los principales atractivos turísticos de la villa. La Casa Museo se mantiene como el referente etnográfico del pueblo de Mijas y como una de las áreas expositivas más importantes del municipio. La Casa Museo sigue siendo la casa de todos los mijeños nueve meses después de que cambiara su modelo de gestión, nueve meses después, de que entre todas las propuestas recibidas, la de la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús del Nazareno fuese la más interesante para los intereses del municipio

“Nuestra propuesta consistía en mantener la casa, en hacerlo tal y como nos la dejaron, sin modificar absolutamente nada, ni una maceta del patio”, dice la hermana mayor del Nazareno, María Jesús Moreno. “Otro de los requisitos que pedía el Ayuntamiento era que la Casa Museo estuviese abierta las horas que solicitaban. De hecho, ellos pedían cuatro horas por la mañana y cuatro por la tarde y nosotros hemos abierto en estos meses cinco horas por la mañana y cinco horas por la tarde, es más, solo se ha cerrado a mediodía durante el verano”, añade Javier Martín, albacea de la entidad.

La gestión de la Casa Museo “ha sido una manera de mejorar nuestra financiación, no de financiarnos”A un par de meses de cumplir con el compromiso contraído con el Consistorio, desde la agrupación religiosa muestran su satisfacción por lo que ha supuesto hacerse cargo del principal museo del pueblo. “Ha sido una manera de mejorar nuestra financiación, no de financiarnos, la hermandad tiene muchos gastos”, destaca Martín. “Económicamente es lo comido por lo servido, la Casa Museo tiene muchos gastos, la instalación es antigua y hay que estar renovando muchos elementos, limpieza, bombillas, hay semanas que hemos tenido que cambiar hasta cinco focos”, añade María Jesús Moreno.
Unas circunstancias condicionadas por los medios para recaudar fondos que tiene la hermandad. “Nosotros no podemos cobrar entrada al museo, lo único que podemos es pedir un donativo de un euro por su gestión, y lo hacemos para los visitantes, no para los vecinos de Mijas”, esgrime el albacea. Una cifra simbólica a cambio de un servicio que también cuenta con la atención diaria de dos voluntarios del Dulce Nombre de Jesús, quienes “incluso cuando hay una exposición, siempre hay alguien de la hermandad que se queda hasta la hora que sea atendido el museo, a limpiar, a poner las macetas en su sitio, etc.”. “Sabemos que al principio chocaba un poco que se cobrara el donativo, pero ya vemos que la gente reacciona de otra manera, incluso muchos piensan que parece mentira que haya tantas cosas en la Casa Museo y solo se pida un donativo de un euro”, concluye Martín.

Hablamos, por tanto, de una administración del museo que se limita al día a día y que excluye cualquier tipo de modificación de elementos como nos destaca la hermana mayor del Nazareno: “Tenemos muchos problemas de marquetería, es antigua y cuando llueve entra agua en los salones. Así que lo único que podemos hacer es decírselo a Paco Gutiérrez (Jefe del departamento de Cultura), él ha hecho una solicitud y nos consta que están en ello para mejorarlo”.

Y es que, al margen del trabajo y la responsabilidad que supone estar al frente de este emblemático edificio, “si el Ayuntamiento pretende que continúe el actual modelo de gestión, nosotros vamos a optar por renovar el acuerdo, es muy importante el trabajo que hemos realizado durante un año y queremos que tenga una repercusión a más largo plazo”, dice María Jesús Moreno.

Una valoración, que realizan desde el colectivo pensando en atender los trabajos de jardinería de cara a la próxima primavera. “Ahora, llega cuaresma, una época de mucho trabajo en la hermandad que coincide con el momento en el que hay que trasplantar y podar las macetas”, dice Javier Martín. “Vamos a hacer una inversión en macetas, tierra y plantas para renovar el colorido del patio y nos gustaría seguir cuidando esas mismas macetas”, añade María Jesús Moreno.

Asimismo, la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús Nazareno nunca pierde la perspectiva de que se trata de un trabajo, como todos los que hacen, donde el gran beneficiario es el pueblo de Mijas. “Yo no trabajo esto para mí, ninguno lo hace, lo hacemos para la hermandad y la hermandad pertenece al pueblo. Si circunstancialmente nos toca  en este tiempo gestionar el Nazareno, pues lo hacemos, y lo que se consiga, es, al final, patrimonio para el pueblo de Mijas”, dice Martín.

Semana Santa

La Casa Museo es solo una de las diferentes actividades que pone en marcha la hermandad de Jesús Nazareno. Junto a ella se suma la organización de verbenas, fiestas y barras cuya finalidad es poner en valor la Semana Santa de Mijas. Flores, ropas, velas, conservación de las figuras, unos gastos que, en palabras de la hermana mayor, María Jesús Moreno, “con las cuotas de los hermanos no es suficiente, los hermanos solo pagan 18 euros al año, un euro y medio al mes, con eso no se puede financiar todo lo que llevamos adelante”.

“Los hermanos solo pagan 18 euros al año, un euro y medio al mes, con eso no se puede financiar todo lo que llevamos adelante” Asimismo, Martín esgrime que “lo único que nos motiva a hacer esto es la fe en Dios”. Desde la cofradía son conscientes de la importancia que tiene contribuir culturalmente a la celebración de la pascua. “Yo quiero que la gente piense en lo que era la Semana Santa en Fuengirola hace 20 años y lo que es hoy, actualmente tiene un nombre, un patrimonio y un enriquecimiento que hace que la gente vaya, cuando hace dos décadas era casi inexistente. Eso mismo hay que hacer con la Semana Santa de Mijas, que entre todas las hermandades la hagamos grande. En este sentido, la hermandad de Jesús es una, y el resto tienen que aspirar a ser como nosotros o mejores, sería una forma de hacer más grande la Semana Santa de Mijas y de atraer a gente”, concluye el albacea.

Una actitud que explica la presencia del Nazareno en muchos eventos y celebraciones en el pueblo de Mijas. “Nos gustaría disfrutar como a los demás y despreocuparnos de lo que significa estar organizando cosas”, apunta Moreno, quien es consciente de que el beneficio es doble, no solo por el hecho de mejorar la Semana Santa, sino también porque supone un activo para la economía mijeña. “Todo lo que recaudamos se invierte en Mijas, si está en Mijas, se compra aquí”, esgrime la hermana mayor del Nazareno.

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