Cuando en los años sesenta comenzaron a construirse las urbanizaciones en el término municipal de Mijas, nacieron desde una realidad bien distinta a la que ahora nos ocupa. Normalmente eran propietarios extranjeros con alto poder adquisitivo, quienes construyeron aquellas primeras viviendas en urbanizaciones como El Faro, Las Farolas, Calahonda, Riviera, Miraflores… así hasta un total de 150, no en vano Mijas tiene una superficie de 140 kilómetros cuadrados, con 14 kilómetros de litoral, que atrajo y sigue atrayendo a numerosas personas deseosas de vivir fuera de la ciudad y tener algo de suelo que pisar.
Eran tiempos en los que para los cascos urbanos, de Mijas Pueblo, Las Lagunas y La Cala, estaba casi todo por hacer, sobre todo, en materia de infraestructuras, sanidad o deportes. Por eso tal vez, los distintos equipos de gobierno de la época, preferían invertir más en estas zonas urbanas que en las urbanizaciones.
Hoy, el perfil del propietario o inquilino que vive en una urbanización es variopinto, tal vez mayoritariamente el de una persona que trabaja, español o extranjero, casi a partes iguales.
El equipo de Gobierno de Ángel Nozal ha dado un giro a esta política, al pensar que las personas que residen en urbanizaciones son ciudadanos como el que más, mereciendo los servicios que la Administración local tiene encomendadosPor eso, el actual equipo de Gobierno del Partido Popular, presidido por Ángel Nozal, con criterio de adaptación a los tiempos, ha dado un giro a esta política, al pensar que las personas que residen en urbanizaciones son ciudadanos como el que más, mereciendo los servicios que la Administración local tiene encomendados, y que son abonados, muchos de ellos, por encima de los que viven en el casco urbano, como el IBI y la Basura.
Hasta 325 partes de trabajo, ejecutaron los Servicios Operativos Municipales durante el año 2012 en urbanizaciones y diseminados, lo que da una idea del cambio operado en la atención que ahora se presta a estas zonas, que también forman parte de Mijas, en lugares donde antes nunca se había llegado.
Otra asignatura pendiente que se encuentra muy allanada, es la colaboración entre el Colegio de Administradores de Fincas y sus profesionales que ejercen en las Comunidades de Propietarios de Mijas, y el Ayuntamiento. Trabajar conjuntamente para la correcta aplicación de las normas municipales es de sentido común que traerá, a corto plazo, indudables beneficios, como en asuntos de embellecimiento, Inspección Técnica de Edificios, normativa sobre antenas o piscinas comunitarias, entre otros.
Permitir que la concejalía de Energía y Eficiencia pueda llevar a cabo auditorías energéticas en las instalaciones de alumbrado exterior, es otro beneficio económico que pronto el Ayuntamiento de Mijas podrá deducir de sus gastos de alumbrado público en las urbanizaciones.
Y un asunto novedoso, la posibilidad de disponer en sus puntos de entrada, las urbanizaciones, de la presencia de guarda y barrera, de 10 de la noche hasta las 7 de la mañana, algo que solo puede molestar a los amigos de lo ajeno, dado que la medida no podrá impedir el acceso o la salida de ninguna persona o vehículo.
Son noticias positivas, que van a propiciar la integración real de las urbanizaciones en el tejido social, económico y cultural, en un pueblo llamado Mijas.
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