La Virgen de la Paz es patrona del núcleo lagunero desde 1985. La imagen llegó a la Iglesia de San Manuel de la mano del sacerdote José María Ramos, que pidió la talla en Sevilla, a propuesta de los propios vecinos. “Tardamos toda una tarde en decidir su nombre. Finalmente le pusimos uno que nadie había pensado: Paz”, explicó el párroco.
Pero no fue hasta 2009 cuando la Hermandad de Jesús Vivo y Nuestra Señora de la Paz comenzó a rendir homenaje a la patrona con esta sencilla procesión. Desde entonces se organiza siempre la última semana de enero, coincidiendo con la festividad de la Virgen.
“Algunos años nos hemos obligado a suspender la salida por culpa de la lluvia. Este año, afortunadamente, el sol nos ha acompañado durante toda la mañana”, valoraba José Rodríguez, Hermano Mayor.
La patrona pudo así brillar por las calles del núcleo acompañada de numerosos vecinos, miembros de casi todas las hermandades de Mijas y parte de la corporación municipal. “Lo peculiar de esta procesión es que la Virgen es portada por los propios laguneros, no por los miembros de la Hermandad”, señalaba el edil Cristóbal González.
La comitiva procesional recorrió algunos de los puntos más céntricos del núcleo, como la Avenida de Los Lirios, calle Fucsia, el entorno de la ermita de la Virgen de Fátima o el barrio del Albero. “Es bonito ver cómo los vecinos se asoman a sus balcones para ver pasar a su Virgen”, opinaba el alcalde Ángel Nozal.
Pasadas las dos de la tarde, la patrona volvió a su templo. La jornada finalizó con la degustación de una paella para todos los vecinos, preparada por la Hermandad.
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