El mobiliario urbano de los principales núcleos de población de Mijas ha sido objeto durante este fin de semana de una serie de ataques vandálicos indiscriminados, que han causado daños por un valor cercano a los 3.000 euros.

Se trata de una situación que se repite con elevada frecuencia y que durante este fin de semana se ha cebado en la zonas más turísticas de Mijas  Pueblo y La Cala de Mijas. De hecho, los vándalos han destrozado “a patadas” la celosía construida con teja árabe en el mirador de El Compás, han arrancado ladrillos nazaríes y han roto golpes el muro que delimita el espacio para el descanso de los burro taxi.

En el Parque Infantil de La Muralla, los vándalos han robado dos columpios, uno de ellos arrancándolo de sus anclajes y, además, en la zona han sido violentados varios bancos.

En dos de las fuentes ornamentales de La Cala de Mijas ha sido vertido un líquido de color negro y viscoso, que ha teñido las aguas y que ha podido causar daños en los motores que accionan el circuito de ambas fuentes, siendo necesaria su paralización.

“Es un daño que se hace al bolsillo de todos los mijeños”, aseguró el coordinador de Servicios Operativos, Daniel Gómez Teruel, quien señaló que “lunes y martes de las últimas semanas hay que dedicarlos a reparar los destrozos sin sentido que causan los vándalos”.

Es por ello que el equipo de gobierno ha hecho un llamamiento a toda la población “para que denuncien este tipo de casos” porque “cuesta el dinero de todos, de los mijeños pudientes y de los que no disponen de recursos, y el tiempo que los operarios dedican a reparar los daños se podría dedicar a realizar otro tipo de trabajos demandados por la ciudadanía”.

En este sentido, Daniel Gómez Teruel pidió la colaboración ciudadana “y si en alguna ocasión observan algún acto vandálico, que nadie dude en llamar a la Policía Local”, puesto que “en caso de que demostremos quiénes son sus autores, que los ciudadanos tengan la certeza que sobre ellos caerá todo el peso de la ley”.

Además, el coordinador de Servicios Operativos lamentó que este tipo de actos “suponga un ataque directo contra la imagen turística de Mijas, en plena temporada alta y cuando más visitantes recibimos”, lo que desde su punto de vista es sinónimo “perjuicio para todos”.

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