El domingo 1 de diciembre partió la última expedición de 333 mayores que visita estos días Granada, el tercer grupo del segundo destino, el sexto contando el primero, que fue a Melilla. En total, serán 1.600 jubilados y pensionistas mijeños los que participen en estos viajes organizados por el área de Mayores del Ayuntamiento que, en esta ocasión, han descubierto Melilla y la ciudad de la Alhambra. Para desear buen viaje a los últimos expedicionarios acudió la alcaldesa de Mijas, Ana Mata (PP): “Van a poder disfrutar de varios días en Granada, como ya han hecho los de los turnos anteriores y, además, en esta ocasión, van a tener la oportunidad de ver la ciudad iluminada con las luces navideñas que, me consta, está muy bonita”.

Tras la llegada al hotel y las primeras visitas, los mayores dieron rienda suelta a todo su ritmo en la primera fiesta nocturna que celebraron. Música en directo y mucha diversión en un encuentro que promete repetirse cada jornada.

 

Segundo día

Y ya el lunes 2, los mayores que el domingo visitaron el santuario de Fray Leopoldo han descubierto el Monasterio de San Jerónimo, y viceversa. Un viaje que cuenta con la presencia de la concejala de Mayores, Silvia Marín (PP), y el edil del equipo de gobierno Daniel Gómez Teruel (PP), que vigilan que todo se desarrolle de la mejor manera posible.

 

Para Marín es “maravilloso descubrir Granada junto con nuestros mayores; yo no conocía el santuario de Fray Leopoldo, pero algunos de los viajeros sí, y la verdad es que estoy encantada con conocer su historia de su mano”. En cuando a Gómez Teruel, el munícipe, ante la fuerza y el aguante de los mayores demostrado durante la farra nocturna, aseguró con humor que “lo único que le pido a Fray Leopoldo es llegar a su edad con la misma energía, la misma fuerza y lo bien que están los mayores de Mijas”, al tiempo que aseguró que “a nuestros mayores todo lo que se les dé es poco, porque han hecho mucho por nosotros y se merecen esto y muchísimo más”.

Y después de, cómo no, comprar Lotería Nacional, y de un almuerzo reparador en el Hotel Gran Luna de Granada, donde se hospedan, una tarde libre para que los viajeros hagan lo que quieran: salir a explorar la ciudad por su cuenta, que ahora está más preciosa aún si cabe gracias a su iluminación navideña, o quedarse jugando al bingo y disfrutando de las animaciones pensadas para ellos en el hotel.

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