A primera hora de la mañana de hoy jueves, la última expedición mijeña pisaba tierra firme, llegaba a la Estación Marítima tras una travesía algo movida pero sin incidencias. Posteriormente, se han desplazado en autobús hasta los tres núcleos mijeños, atrás dejan cuatro días de viaje en los que han tenido la oportunidad de conocer Melilla, una ciudad muy ligada a Málaga y con una gran riqueza en cuanto a historia, patrimonio y cultura. El tercer turno además ha disfrutado de días de sol y temperaturas agradables en la otra orilla del Mediterráneo.
Recepción en el Ayuntamiento
La última jornada, la de ayer miércoles 30, los aproximadamente 200 viajeros fueron recibidos en el Ayuntamiento de Melilla por la consejera de Cultura, Mayores y Patrimonio y vicepresidenta de la Ciudad Autónoma, Fadela Mohatar. Durante el encuentro, que tuvo lugar en el Salón Dorado, el principal de este inmueble, la representante del Gobierno local destacó que “los casi 600 mijeños que nos han visitado durante estos tres turnos, en esta tierra tan chiquita, nos han dado una alegría espectacular, ha sido un gusto recibirles”. “Estamos encantados de que hayan elegido nuestra ciudad y por habernos dado la oportunidad de mostrarnos, porque a veces somos muy desconocidos”, añadió Mohatar, quien reseñó que Melilla “es una ciudad mediterránea, española y europea, pero también mestiza con una desbordante interculturalidad y patrimonio que nos han dado la oportunidad de enseñarlo”. Por su parte, la edil de Mayores, Silvia Marín (PP), agradeció “el cariño y toda la atención” con el que Melilla ha recibido a los mijeños, “hemos contado con todo tipo de facilidades para poder conocer esta ciudad que es espectacular y que nos ha sorprendido por su historia y por el ejemplo de convivencia que supone, todo un ejemplo”.
Emotiva vuelta a casa
Para la gran mayoría de las 200 personas que han conformado esta tercera y última expedición a tierra melillenses era la primera vez que visitaba la ciudad, todos reconocen que la visita ha superado todas las expectativas. Pero para algunos de los miembros de este turno estos días en la ciudad han sido especialmente emotivos. Paqui Sánchez ha vivido estos días con una gran emoción, muchos de sus pasos por estas tierras han estado acompañados por las lágrimas y es que su familia, como otras muchas, hace casi 40 años dejaron la ciudad para establecerse en la península. “Llevaba treinta y tanto años sin venir, creo que 37, esto es una experiencia inolvidable, no puedo hablar de lo que siento”, contó Paqui, mientras que su marido, Carmelo Gallardo, aseguró que “para ella Melilla es lo más grande, venir aquí es acordarse de sus padres, de su gente”. Carmelo, que ha vivido casi con la misma emoción que Paqui estos días en Melilla, destacó que “aquí vivían tres culturas: la hebrea, la cristiana y la musulmana y se llevaban bien, ahora son incluso más, no entiendo porque ahora hay tantos conflictos entre unos y otros”. Paqui, que se lleva en una botella tierra de Melilla como recuerdo, aseguró que ya está pensando en que ya no dejará pasar tanto tiempo y que seguro que vuelve pronto con la familia, “Melilla ha dado un gran cambio, está todo muy bien cuidado, muy limpio, la gente es maravillosa y hay que venir, es una ciudad maravillosa”, añadió.
Visitas culturales
Durante la última tarde los viajeros se han vuelto a dividir en grupo para visitar los lugares más destacados vestigio de la historia antigua y contemporánea: Melilla La Vieja y la zona modernista. Visitas guiadas gracias a las cuales los mayores han podido conocer el gran bagaje de esta ciudad, que se erige como una fortaleza sobre un peñón que se adentra en el mar. De hecho, una de las visitas que más ha llamado la atención es la de la ciudadela o fortaleza del ‘Pueblo’, como se le denomina, del ‘corazón’ de Melilla, durante el paseo no solo han paseado por los distintos recintos han ido atendiendo a las explicaciones de los guías, también lo han hecho por su historia. Llaman la atención especialmente las Cuevas del Conventico, donde estoicamente resistieron durante meses, mientras esperaban refuerzos para derrotar a las tropas del sultán en el último de los asedios, que duró desde diciembre de 1774 hasta marzo de 1775.
Otra de las visitas obligadas es el recorrido por la Melilla modernista, y es que la ciudad es una de las joyas del Modernismo, con más de 900 edificios de este peculiar estilo creado por el arquitecto Enrique Nieto, discípulo de Gaudí, su maestro. La ciudad es la segunda ruta Modernista y Art Decó después de Barcelona. “Ha sido un viaje buenísimo, no me esperaba una ciudad como esta, me dijeron que era parecida a una Barcelona pero en pequeña, y me ha sorprendido los edificios tan bonitos y tan bien conservados”, señaló una de las vecinas que forman parte de esta expedición, África Gil, quien añadió que “a mí me ha encantado el viaje y como nos han tratado”, impresiones con las que coinciden prácticamente todos. Y es que Melilla, con sus apenas 12 kilómetros cuadrados, ha dejado claro que es una ciudad ‘pequeña’ por fuera pero ‘grande’ por dentro.
Los viajeros agradecen también todas las atenciones y facilidades que han recibido por parte de todo el equipo que les ha atendido durante estos días: personal médico, de la agencia Halcón Viajes, guías locales y, por supuesto, al personal del área de Mayores de Mijas.
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