El diario del viaje de los mayores mijeños a Melilla continúa. En la noche de ayer martes estuvieron de fiesta en el mismo hotel, donde se celebró la cena de gala y el baile. La velada contó con música en directo que les hizo bailar a ritmo de rumbas, salsa, rock y, por supuesto, pasodobles. Todos aseguran que se lo están pasando muy bien, como María Enriqueta, una vecina de 97 años que llegó, para quedarse, hace  50 años desde su Bélgica natal, que contó el secreto de su longevidad, “suerte, creo que ese el secreto: vivir normal, comer normal, beber normal y no tomar droga”, sobre el viaje, seguró que “me ha gustado mucho, pero es un poquito corto, aún así es excepcional”.  Sin duda, las noches dan para mucho en este viaje, de hecho se sorteó un regalo, una cena para dos, que fue a parar a María Rosa Tejón Barranquero. 

Cuevas del Conventico y plaza de toros 

Una de las visitas que más han gustado, sin duda, ha sido la de este miércoles a los distintos niveles de las Cuevas del Conventico. En un principio se trataba de grutas naturales excavadas por el agua en la Cala de Trápana, que fueron usadas por fenicios, romanos, árabes para guarecerse metiendo sus barcos en la gran cavidad y finalmente por los españoles, que excavaron en el siglo XIII varios niveles sobre las grutas naturales para almacenes de víveres, aunque su uso más célebre fue cuando fueron usadas para alojar a la población en el Sitio de Melilla (1774-1775). “Empezó el 9 de diciembre de 1774 y terminó el 19 marzo de 1775, aquí se refugió el 90 por ciento de la población, hablamos de niños, mujeres, hombres, personas mayores … Los hombres estaban en el cuarto recinto, el Fuerte Victoria, defendiendo en el enclave del enemigo”, les contó a los visitantes mijeños la azafata de tierra Estefanía Martín. Tras pasar por los tres niveles y el Museo de Arte Sacro,  los viajeros han podido disfrutar de un paseo por la Cala de Trápana. 

El recorrido de hoy les ha llevado también hasta la plaza de Toros de Melilla, donde han aprovechado para hacerse una foto en familia, ya en su interior algunos se han aventurado a poner banderillas o a dar unos capotazos. La tarde continuará con visitas a la ciudad o tiempo de descanso en el hotel antes de cenar y coger el barco para poner rumbo a casa, adonde llegarán este jueves por la mañana. 

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