El Ayuntamiento de Mijas identificará con placas a todos los establecimientos del municipio que dispongan de licencia de ocupación de la vía pública como fórmula para ordenar la actividad comercial u hostelera que se desarrolla fuera de los locales que albergan los negocios.

Las placas lucirán impreso no sólo el número de la licencia, sino además la superficie en metros cuadrados de la vía pública autorizados por el Ayuntamiento al titular del establecimiento, que estará obligado a su instalación en las fachadas de los negocios.

Desde ahora, la Concejalía de Vía Pública se ha dado un plazo de un año para que todos los negocios del municipio que usen la vía pública se doten de dicha placa. No obstante, en breve los técnicos e inspectores municipales comenzarán a visitar a aquellos establecimientos en posesión de una licencia de ocupación, a fin de realizar mediciones y comprobar que el espacio concedido se ajusta a los preceptos recogidos en la ordenanza municipal.

Una vez realizadas las comprobaciones  oportunas, todas aquellos objetos, como mesas, sillas o expositores, que se ubiquen fuera del espacio concedido por licencia deberán ser retirados por su propietarios, a riesgo de ser sancionados por vulneración de la norma.

La identificación mediante las placas tiene por objetivo “saber quien tiene legalmente concedida una licencia de ocupación de la vía pública, quien ocupa más espacio del concedido y quien se aprovecha del espacio de un local vecino”, señaló el concejal de Vía Pública, Juan Carlos González, quien explicó que “el equipo de gobierno quiere que los turistas puedan disfrutar de nuestro sol en las terrazas y que los comercios puedan exponer sus productos en la calle, pero no nos podemos permitir que las calles de Mijas se conviertan en pasillos de un zoco árabe donde es muy difícil caminar”.

En este sentido, Juan Carlos González señaló que la ordenación de la ocupación de la vía pública busca que “Mijas sea un lugar cómodo para pasear, un municipio en el que las personas con discapacidad no tengan problemas de movilidad y, al mismo tiempo, un lugar atractivo para los turistas, sin que los comercios, bares o restaurantes  pierdan capacidad para hacer negocio”.

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