El reloj más antiguo de Mijas Pueblo, el situado en la fachada de la Ermita de San Sebastián, ha comenzado hoy a ser reparado, tras casi dos años sin funcionar, después la orden dada por el equipo de gobierno del Ayuntamiento, que pretende de esta forma recuperar la tradición de celebrar la Nochevieja en la Plaza de la Libertad, donde se sitúa la ermita.

Se trata de un reloj de propiedad municipal, instalado en 1902, y cuya adquisición fue aprobada en un pleno celebrado el 13 de julio de ese mismo año por un precio de 2.058 pesetas -12,36 euros- siendo entonces alcalde de Mijas Pedro Gutiérrez y Gutiérrez de la Cueva, que ostentó el cargo entre enero de 1902 y 1908. El reloj fue pagado, según consta en los archivos municipales, en tres plazos de 686 pesetas, poco más de cuatro euros.

Se trata de un reloj de propiedad municipal, instalado en 1902, cuyo precio fue 2.058 pesetasLa maquinaria del reloj es una pieza de elevado valor, fabricada en bronce y con un peso cercano a los ochocientos kilos. El presupuesto de la reparación se sitúa en 1700 euros y el trabajo ha sido encomendado a la empresa Servirel Andaluza de Relojes, que se ha comprometido a concluir el trabajo en el plazo de un mes.

“Podríamos haber adquirido un maquinaria electrónica para el reloj, que habría sido más barato, pero apostamos por conservar el patrimonio histórico de Mijas”, señaló el concejal de Vía Pública, Juan Carlos González, quien aseguró que “muchos vecinos nos habían pedido que el Ayuntamiento arreglase un reloj que es mucho más antiguo de lo que nos imaginábamos”.

En este sentido, Juan Carlos González sostuvo que “la mayoría de los mijeños desconocen la historia de este reloj”, por lo que no descartó que en un futuro “se puedan organizar visitas a la maquinaria” para que los ciudadanos puedan contemplar “una pieza que es única y que ha sido testigo de la historia de Mijas Pueblo”.

Una vez puesto en funcionamiento, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mijas quiere recuperar la tradición de que los mijeños despidan el año a ritmo de las campanadas del reloj de la ermita de San Sebastián. “Este año nos comemos las uvas en la Plaza de La Libertad”, sentenció el concejal de Vía Pública.

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