Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2022 hubo 81.302 divorcios, lo que no especifica es cuántos de ellos se produjeron después del verano. Por este asunto acudimos hoy a la consulta de la psicóloga Carmen Domínguez, ya que es una realidad que después de las vacaciones se producen muchas rupturas de pareja y queremos saber cuáles son las causas más comunes. “Muchas veces coincide que la pareja da un vuelco porque uno de los dos ha cambiado o la energía entre ellos ha cambiado, entonces se puede renovar en lugar de cortar. Pero es verdad que hay relaciones que no, que ellos sienten que cada uno ha aprendido lo que tenía que aprender y normalmente, en un caso así, la separación se hace con armonía ya que se ha llegado a entender cuál es el motivo de la separación”, comentó la psicóloga.
Le hemos preguntado a la experta si es cierto que cada vez aguantamos menos en una relación, a lo que Carmen nos dice que “es verdad que ahora la gente toma más la decisión, por ejemplo, nuestras abuelas aunque se quisieran separar no tenían medios y eso influye muchísimo, la independencia de la mujer ha hecho mucho. Por otro lado, cada vez la gente se está conociendo más y llega a procesos en los que ve que ya la pareja no le aporta lo que le tiene que aportar. Pero también es cierto que no se gastan siempre todos los cartuchos como la comunicación o la asistencia clínica si es necesario para aclarar si realmente esa relación puede salvarse o no”.
A lo largo de nuestra conversación, la palabra comunicación ha aparecido en muchísimas ocasiones porque como dice la psicóloga “a lo mejor simplemente con escuchar de forma activa, dar el espacio a la otra persona para que se exprese, hablar de cómo cada uno se siente en la relación, o saber qué poder mejorar puede ser la base de la continuación de esa pareja”.
Pero, si después de intentarlo todo, no es posible salvar la relación, Carmen nos aconseja cómo abordar esa situación que, en muchos casos, es tan dolorosa. “Es un momento ideal para conocerse, digamos que hay un proceso de crisis fuerte a raíz de esa separación en el que uno se tiene que preguntar qué es lo que quiere, qué busca en la vida, qué busca en la pareja, en qué se ha equivocado, qué ha aprendido… Es un proceso de autorreflexión bastante interesante para salir de esa crisis fortalecidos, sin culpa, sin resentimientos”.
Este proceso en ocasiones se puede llevar solo pero en otras se necesita la ayuda del profesional para poder cerrar el ciclo y continuar con nuestras vidas mucho más fortalecidos.
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