6.40 de la mañana. Calle Cristóbal Alarcón en Mijas Pueblo. Aún es de noche, aunque el cielo empieza a clarear. José Gómez Núñez sale de casa para ir al trabajo como cada día. Es el director comercial de Almacenes San Antón (ubicado en Osunillas); una empresa familiar que precisamente fundó su abuelo, Manuel Núñez Sedeño ‘Manolo El Rubio’, quien fuera hijo predilecto de Mijas, hace nada menos que 53 años. Cuando José llega a la empresa ya hay algunos empleados cargando los camiones (actualmente cuentan con vehículos de reparto). Hoy, como cada día, afortunadamente, hay mucha faena por delante. “Abrimos a las 8, pero sobre las siete vamos llegando y repartiendo el trabajo. Y ya a partir de las 8 empieza la locura del teléfono y ya es un no parar”, explica el joven, por cierto, hijo del gerente, José Luis Gómez, yerno de ‘Manolo El Rubio’ y que cogió su testigo en 1998. Él también acaba de llegar.

 

“Mi suegro me hizo la propuesta de llevar el negocio porque ya él se encontraba mayor. Yo trabajaba en la hostelería y, tras hablarlo con mi mujer, Ana Núñez, decidí dar el paso. Entré primero como mozo de almacén, al principio no entendía de construcción, hasta que fui creciendo y avanzando y hasta el día de hoy”, relata José Luis.

“Recuerdo cuando mi padre le habló a mi marido para que cogiera el negocio. Probó un día y le gustó. Tanto, que lo cambió por completo”, comenta Ana. “Mi marido le hizo una gran reforma al negocio y recuerdo que cuando mi padre entró al almacén y vio cómo había quedado todo, se emocionó mucho y, claro, se sintió muy orgulloso de él. Es muy difícil mantener un negocio de estas características durante 50 años. Yo admiro mucho a mi marido porque ha hecho mucho por esta empresa. En la familia estamos muy felices con el negocio”.

 

Los comienzos

‘Manolo El Rubio’ comenzó con Almacenes San Antón en 1970, en la calle Cristóbal Alarcón, lo que hoy es el domicilio familiar. Muchos vecinos recuerdan con añoranza aquellos comienzos. “Yo me acuerdo que entonces una teja valía 13 pesetas. Venían las tejas de Granada, cuando se estaban destejando allí los cortijos antiguos”, relata Francisco Núñez, ‘Paco Fiestas’, sobrino de Manuel, mientras conversa con Josefa Quero, también sobrina, quien rememora que “Manolo cogió el apodo de la abuela La Rubia. Mi madre también sacó el apodo, ella era Ana la Rubia”, aclara con nostalgia.

“Pero con el paso del tiempo el almacén se fue quedando pequeño, para meter los camiones en el pueblo y todo, era muy complicado. Mi suegro compró entonces los terrenos en Osunillas y se montó aquí el negocio, en 1984-85.  Y al mismo ritmo que fue creciendo el turismo en la Costa del Sol también fue creciendo Almacenes San Antón”, explica Gómez.

“Y ya cuando Pepe  cogió las riendas de Almacenes San Antón se vio cómo en poco tiempo la empresa empezó a expandirse. Le hizo un cambio drástico; le hizo una ampliación, una reforma, se incorporaron muchos camiones, la modernización de todas las instalaciones, la ampliación de la exposición... Le hizo un cambio brutal y eso supuso que vinieran muchos más clientes y proveedores”, opina el administrativo y contable, Fernando Torres, que lleva en la empresa 20 años.

“Yo entré por Pepe, me unía a él una relación de amistad muy grande y cuando él cogió las riendas del negocio me dijo si quería irme con él. Precisamente yo entré como sustituto de mi padre, que también llevaba la contabilidad y que era muy amigo de ‘Manolo El Rubio’. Aquí somos todos como una gran familia y eso se nota en el trabajo. Almacenes San Antón para mí lo es prácticamente todo. La verdad que Manolo hizo mucho por muchas familias de Mijas y logró que la empresa se convirtiera en lo que es hoy: un punto de referencia para todo aquel que se quiera hacer una casa o hacer alguna reforma”.

 

Proyección de futuro

Actualmente forman la plantilla de Almacenes San Antón 22 personas. “Yo cuando era niño ya jugaba con mis primas en el primer almacén. Soy sobrino de ‘Manolo El Rubio’, llevo en la empresa 30 años y empecé como mozo de almacén. Ahora soy dependiente. He pasado por todos los puestos. Mi mujer también trabaja aquí y si hay algo que nos caracteriza es que atendemos a nuestros clientes con la máxima eficacia posible, todo lo mejor que podemos. Yo siempre he mirado por esta empresa como si fuera mi casa, porque así me siento, como en casa”, opina Antonio Rodríguez desde el mostrador de la tienda, donde el ir y venir de clientes es constante.

 

“Aquí llegan muchas veces los clientes con problemas y con averías e intentamos ayudarles en todo lo que podemos”, agrega. Y es que si algo han heredado los trabajadores de quien fuera el fundador es “que cuando uno quiere algo hay que esforzarse. El trabajo duro, la bondad... Eso es lo que hemos heredado todos de mi abuelo. Porque él era pura bondad, era un hombre bueno por naturaleza. Eso lo dice todo el mundo”, comenta su nieto, recordando la figura de su abuelo: un hombre al que todos recuerdan con cariño. Un mijeño, aseguran, hecho de una pasta especial. Un hombre familiar, “buena gente”, dicen sus allegados, amigo de sus amigos. “Un empresario y vecino ejemplar”, como, por cierto, así reza en la placa que cuelga de la fachada de su casa y que el Ayuntamiento de Mijas le dedicó en 2011 tras nombrarlo también ‘Hijo Predilecto de Mijas’. “Mi padre siempre soñó con montar un negocio como este”, opina su hija, y desde donde esté, reflexiona emocionada, “seguro que se siente muy orgulloso de Almacenes San Antón”.