Pese a que el Boletín Oficial del Estado ha publicado esta mañana el fin del uso obligatorio de la mascarilla en interiores, este miércoles, 20 de abril, han sido muchos los ciudadanos que no se las han quitado en espacios cerrados. Hoy, lo hemos comprobado en Mijas Pueblo tras un recorrido por diferentes superficies.

Prácticamente, entraras donde entraras, casi todos repetían ese gesto que llevamos más de un año realizando: pararnos en la puerta, sacar la mascarilla y tapar nariz y boca. En cambio, en los bares, esa imagen se diluía un poco. Eran más los que veíamos sin mascarilla que con ella, igual el hecho de llevar tiempo sin ella en la terraza o en la mesa del salón a la hora de comer o beber, nos ha animado más a dejarla guardada. “Yo ya me he puesto las tres vacunas, así que yo creo que ya está bien después de tres años que llevamos, ya está bien de mascarilla, ya hay ganas de quitársela y de vernos el rostro”, nos decía José María Arana, mientras se tomaba un café en el Bar González.

 

Muchos profesionales de la hostelería también agradecen la llegada de la nueva normativa. Así lo asegura el propietario del Bar González, Martín Gómez, quien manifiesta que “nosotros, por fin, respiramos; son muchas horas con la mascarilla puesta de cara al público sin poder quitársela en ningún momento; y ahora en invierno se aguanta, pero en verano es insoportable, así que esto es un alivio”. Hoy, también era día de confusión para muchos. “Algunos se ponen la mascarilla, otros se las quitan; la gente no sabe bien qué hacer, está confusa”, añade Gómez.

El Boletín Oficial del Estado ha publicado esta mañana el fin del uso obligatorio de la mascarilla en interiores, excepto en el transporte público, hospitales o farmacias, pero pese a ello, muchos aseguran que seguirán llevándola en todos los espacios cerrados, como dice el vecino José Luis González, quien afirma que “yo sí soy de los que todavía me la voy a seguir poniendo cuando entre en un interior y lo vea masificado, si veo que hay mucha gente, yo, personalmente, me la voy a poner”. Tal y como asegura Carmen desde la terraza del bar: “Yo voy a seguir con ella, porque el COVID sigue y más vale prevenir que después lamentar”, mientras que su acompañante, Erika, piensa también que la va a seguir llevando “por seguridad, porque veo a mi abuela y no quiero arriesgar”.

Y, ustedes, ¿son de los que se han quitado ya la mascarilla o no?

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