El pasado sábado 26 de junio la obligación de llevar la mascarilla en espacios públicos exteriores, siempre que sea posible respetar la distancia sanitaria de un metro y medio, está revocada por decisión del Consejo de Ministros. Sin embargo, eso no implica que quien lo desee pueda seguir portándola para su mayor seguridad y tranquilidad. 

Pero, ¿cuál era el ambiente en el primer día de este nuevo paso hacia la normalidad en nuestra localidad? Pues la prudencia prevaleció y la gran mayoría de los rostros que se cruzan por las calles de Mijas todavía llevan su mascarilla puesta. Muchos de los que apuestan por seguir llevándola piensan que la medida aprobada es algo prematura. Sin embargo, para otros ciudadanos esta iniciativa va mucho más allá del mero hecho de respirar mejor y simboliza una mayor libertad y un símbolo de que la situación sanitaria mejora día a día.

Aunque no todo el mundo piensa igual, en lo que sí coinciden todos los vecinos es que hay ganas de quitarse la mascarilla y, al mismo tiempo, se valora la prudencia. Con la vista puesta en el avance de la campaña de vacunación, el futuro, en cualquier caso, se presenta algo esperanzador.

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