Economista, escritor, humanista… José Luis Sampedro ha sido un pensador reconocido que influyó con sus mensajes, por ejemplo, en el surgimiento del movimiento social del 15M que, precisamente, el pasado sábado 15 de mayo cumplió diez años. Una fecha señalada desde la que Mijas cuenta con una escultura en homenaje a este intelectual que pasó gran parte de los últimos años de su vida siendo un vecino más de La Cala.
Impulsado por el Ayuntamiento de Mijas, el acto de inauguración de la estatua contó con la presencia de gran parte de la corporación municipal, así como de vecinos y amigos del propio escritor. En palabras del alcalde mijeño, Josele González (PSOE), “era justo que realizáramos este homenaje para un pensador que, además de haber desarrollado una carrera en favor de los demás, se convirtió de alguna manera en un gran embajador de Mijas”. De igual modo, el primer edil destacó que “este reconocimiento también es para todos aquellos vecinos de La Cala que acogieron y arroparon a Sampedro y le hicieron la vida muy fácil convirtiéndolo en un mijeño más”, aseguró.
El portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos Mijas, José Carlos Martín (Cs), destacó las mismas virtudes del pensador y apostilló que “para nosotros es un honor que una persona de esa significancia decidiera venir a vivir a Mijas, por lo que se merece este pequeño homenaje para recordar su figura y que la localidad es un lugar en el que personas de esas características deciden pasar su vida”.
Presencia institucional
A la inauguración de la efigie acudieron también otros representantes como la edil del PP de Mijas Carmen Márquez, quien dijo que “teníamos una deuda con la familia de Sampedro, aunque el gobierno de Ángel Nozal ya dedicó en su tiempo una calle a este gran pensador”, por ello, “como no podía ser de otra manera, hemos venido a acompañar este evento en el que se pone de relevancia su figura”.
Para la edil de Podemos, Esperanza Jiménez, “ya era hora de que se reconociera en Mijas la figura de Sampedro y, sobre todo, su enorme humanidad y el trabajo que realizó a lo largo de toda su carrera para los demás y los más desfavorecidos”. En cuanto al secretario de Organización del PSOE de Mijas, Roy Pérez, “creíamos que era muy necesario este homenaje por todo lo que representa Sampedro a nivel nacional, de pensamiento, en economía, y en todos los ámbitos en los que trabajó, y más tras haber elegido el núcleo caleño como lugar de retiro donde siguió trabajando incansable”.
Más personas como Sampedro
Al acto de inauguración de la estatua acudió el decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de Málaga, Eugenio Luque, quien afirmó que “en este mundo hacen falta muchos más ‘sampedros’: pensadores y economistas que se pongan al servicio de los demás, que trabajen en hacer una economía más humana, en luchar por un mundo mejor y más justo”.
La sombra de Sampedro también alcanzó el mundo artístico, un elemento que el autor de su estatua, José María Córdoba, quiso remarcar: “él, como el resto de los artistas, apostaba por crecer y ofrecer una realidad en la que entráramos todos, y eso es algo que entre los artistas sabemos reconocer”.
Un vecino más
La imagen de José Luis Sampedro como un economista humanista es la figura que quedará para la posteridad en sus libros y escritos. Pero ahora que este filósofo de fama mundial cuenta con una estatua en La Cala, es hora de saber cómo era el hombre que se escondía detrás del pensador: ¿cómo era la persona que se había erigido como la voz de los indignados del 15M?
Esa es la pregunta que muchos vecinos caleños pueden responder gracias a su trato cercano en los últimos días de su vida, como son los gerentes del restaurante caleño El Granadino, Rosario García y Miguel Ibáñez: “tuvimos con él una relación muy cercana ya que comía todos los días en nuestro bar el menú del día. Siempre fue amable y cortés, muy agradable y simpático” e incluso “llegaba y nos preguntaba si tenía deberes, lo que quería decir que si alguien había dejado algún libro para que se lo firmara: nunca tuvo problemas en atender a todas las personas que se acercaban a él para charlar”.
Si debemos resumir la vida de Sampedro, el ser humano, más allá del pensador incansable, podemos decir que vivió sin miedo pero, sobre todo, por los demás. Algo que Ibáñez remarcó cuando afirmó que “todo lo que hizo Sampedro, todo lo que escribió, todo lo que afirmó, lo hizo en favor de la humanidad. Lo echamos mucho de menos y le seguimos queriendo”.