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Viernes 22/11/2024

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En busca de los antepasados mijeños

Dos textos de 1492 hablan de los primeros pobladores de Mijas tras la conquista de los Reyes Católicos: 52 familias que llegaron cinco años antes

Carmen Martín. ¿Quiénes fueron los primeros vecinos de Mijas? Esa pregunta tiene una respuesta si se parte de la conquista de sus tierras por las tropas castellanas de los Reyes Católicos en agosto de 1487. En los Libros de Repartimentos de Málaga, de 1942, que se pueden consultar en el archivo municipal malagueño, y en el avecindamiento de la villa de Mijas del Archivo Catedralicio, aparecen los nombres de 52 personas, los cabezas de familia de los primeros pobladores de Mijas tras la expulsión de los nazaríes de sus casas y de sus tierras.
Después de ese momento histórico, hubo un proceso de adjudicación de esas propiedades a repobladores cristianos “procedentes de diferentes lugares, sobre todo, de Castilla”, explica el técnico del Archivo Histórico Municipal de Mijas, Salvador Arias, para añadir que los Reyes Católicos “pusieron como condición que estuvieran afincados en Mijas durante un periodo mínimo de cinco años”. Sin embargo, el proceso “fue muy dificultoso” porque no todos cumplieron ese lustro de ocupación y muchos abandonaron antes las tierras “por el temor a ser secuestrados” o perder la vida a manos de musulmanes procedentes del norte de África.
Arias matiza que en los Libros de Repartimientos de Málaga aparecen solo los cabezas de familia, hombres o mujeres viudas, por lo que se estima que la población que ocupó las tierras mijeñas tras la conquista fue de 250 personas, ya que “se multiplicaba por una ratio de 4,5 personas más o menos”. Esa cifra aumentó muy despacio. Por ejemplo, apunta el técnico municipal del archivo, “en 1590 el número de familias pasa a 80”, por lo que la población de entonces rondaría las 350 personas; en 1646 habría unos 800 habitantes; en 1712, 1.800; 3.638 en el año 1755; 4.207 en 1786; 5.073 en 1857; 6.625 en 1887, y 7.129 en 1950. A partir de los años 80, explica Arias, se produce el salto poblacional, registrándose 14.896 vecinos en el año 1981; 41.912 en el año 2000 y 85.397 en 2020, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

Línea genealógica
¿Pero son aquellos primeros pobladores tras la conquista antepasados directos de los mijeños actuales procedentes de familias tradicionales del municipio? Para Salvador Arias es casi imposible saberlo por diversas razones, entre ellas que la forma de “llevar la administración” de entonces difiere mucho de la actual. Otra de ellas es que aquellas 52 familias no permanecieron todas en Mijas, ya que se produjeron altas y bajas, “a las que se les llama reformación” y que aparecen también recogidas en el libro IV de ‘Los repartimientos de Málaga’, de Rafael Bejarano, del que existe un ejemplar en el archivo de Mijas. Según Arias, los Reyes Católicos suprimieron los impuestos para que los repobladores se quedaran en Mijas como mínimo cinco años y, a partir de los siglos XVI y XVII se comienzan a hacer las torres vigías para dotar de más seguridad a la zona donde se ubicaba el Castillo de Fuengirola con militares. “Con todo eso se aumenta la seguridad. Hay que tener en cuenta que la gente vivía en la muralla y salía a trabajar a sus tierras en el campo”, recuerda Arias para matizar que este incremento de seguridad ayudó al asentamiento de la población en Mijas.
Otra razón por la que no se pueden vincular las familias actuales con las primeras que poblaron Mijas tras la conquista es que hay grandes lagunas temporales en los documentos que se conservan y que hablan de los habitantes de Mijas. “El documento más antiguo que tenemos es de 1507 cuando la población vivía en la muralla y no es otra cosa que un señor que se dedicaba a abrir y cerrar la puerta por seguridad. Anterior a eso no tenemos nada y tenemos pocos documentos del siglo XVI”.
Los vecindarios más antiguos de Mijas, en los que aparece solo el cabeza de familia, son de 1590 y 1646 y se encuentran en el Archivo General de Simancas (Valladolid); aunque se pueden consultar a través del portal de archivos españoles PARES. El padrón de habitantes más antiguo que custodia el archivo mijeño data de 1718, según añade el técnico municipal.

 

Documentos en el archivo
Luego existen en el archivo otros documentos, como el Catastro de Ensenada, que incluye un padrón de 1752, donde ya aparece “la familia completa”; el Censo de Floridablanca, de 1786, que también refiere la familia completa; un vecindario de 1795 en el que solo se reflejan los cabezas de familias y un padrón de 1837. Arias matiza que es a partir del siglo XVIII cuando se comienzan a realizar estas relaciones poblacionales “con carácter estadístico” y que el primer padrón que hay en el archivo donde aparecen los dos apellidos es de 1856. “En todos los anteriores solo está el primer apellido, lo que dificulta encontrar la línea ascendente con total seguridad”, asegura. A partir de 1848 se tienen en el archivo prácticamente todos los padrones que se han hecho, solo que estos no tienen continuidad, ya que hay periodos en los que se hacían de cinco años en cinco años o de diez en diez. Además, “hay más de 330 expedientes de repartimientos no poblacionales, sino más bien de carácter fiscal, es decir, de impuestos, donde aparecen los cabezas de familia. El más antiguo es el repartimiento de la sal, de 1631”, afirma Arias. “A partir del XVII y XVIII ya empiezan las actas capitulares que son como los plenos que se celebran hoy en día, la más antigua es de 1637”, añade el técnico, que explica que en el archivo también hay expedientes de reclutamiento de quintas, consultados para la elaboración de árboles genealógicos; el más antiguo, de 1762.

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