Beatriz Martín. Seguimos recorriendo los templos de Mijas, donde se veneran sus imágenes. Este Martes Santo, nos hemos desplazado hasta la ermita de los Remedios, presidida por el Cristo de La Columna. Hasta allí, desde el pasado Domingo de Ramos, se siguen acercando muchos feligreses en esta atípica Semana Santa para contemplar la escultura, que adoran todos los vecinos del Barrio Santana.

Ornamentada con claveles rojos, romero y lentisco, el Cristo es venerado por sus fieles, que, aunque sea de una forma distinta, pueden acercarse a la imagen en estos días cargados de emoción. “Son momentos de muchos sentimientos porque son muchos años de tradición, pero, por lo menos, podemos disfrutar de la imagen de cerca, que aunque no se disfruta igual que verla en la calle, aquí la tenemos, es un sentimiento diferente”, manifestaba el albacea general de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Columna, Raúl Fernández.

Irremediablemente, Fernández piensa cómo viviría, en una Semana Santa normal, las horas antes de su salida en procesión. “Hoy estaríamos de un lado para el otro, habría algún vecino trayendo café porque estaríamos todos montando el trono con las flores, que las traerían en la misma mañana, dándole el último planchado a las túnicas… Esto sería un hervidero”, comenta el albacea entre risas y añoranza.

Y es que cada año, entre los nazarenos, hombres de trono, mujeres con mantilla y la banda de música, son unas 200 personas las que acompañan esta imagen, más todos los vecinos y turistas que se suman a sus pasos, una imagen que persiste en la retina de todos los hermanos y que piden que el año que viene vuelva a ser realidad. Es una de las peticiones más repetidas junto a esta, la más importante, “sobre todo, poder salir de la pandemia, que todo vuelva a la normalidad”, apunta Fernández.

En esta ermita, también pueden arrancar el viacrucis que recorre todos los templos de Mijas Pueblo. “Aquí comienza el viacrucis con la primera estación hasta la cuarta y se puede continuar a lo largo de esta semana visitando la ermita de San Sebastián, el salón de tronos y la parroquia de la Inmaculada, donde finalizaría el viacrucis”, concluye el albacea, quien nos recuerda también que hasta el Viernes Santo, podemos visitar ésta y el resto de imágenes de las hermandades mijeñas para su veneración.

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