B. Martín y M. Prieto. Sale el sol y ellos, a la calle. El día no podía haber sido más brillante para los once residentes del centro de atención a pacientes de alzhéimer Adolfo Suárez de Fuengirola, ya que este miércoles, por fin, tras un año encerrados por el riesgo de contagio de COVID, han salido al exterior. Había nervios, ilusión y muchas ganas. “Claro que sí tengo ganas de salir a la calle después de estar ahí encerrada y encerrada… Me gusta ver la vida, la vida”, manifestaba una de las usuarias de la residencia, María José Navarro.
La vida, dice, que hoy también ha cobrado un sentido especial para sus familiares, que han querido acompañarles en esta salida, eso sí, cumpliendo las medidas de seguridad. Todos, como Antonio y Francisca, se mostraban muy contentos de poder estar, de nuevo, más cerca de su madre y su marido, respectivamente. “Lo más que me he acercado durante este tiempo a mi madre ha sido un metro y medio, por lo cual tener a tu madre, que lleva aquí 4 años, y no poder darle un abrazo ni un beso, que es lo mejor que yo le puedo dar a ella y ella a mí, pues es muy duro, difícil, así que cuando me dijeron que hoy le podía acompañar en esta salida, aquí estoy el primero”, comentó Antonio, mientras Francisca apuntaba que tampoco dudó en venir a ver a su marido aunque “vengo de Madrid, ando entre Madrid y Fuengirola porque lo tengo aquí, ya que no puedo encontrar un sitio mejor, así que he venido porque hace una semana me dijeron que hoy iban a salir y he querido acompañarle”.
Este año los usuarios de la residencia solo han podido salir al jardín del centro y recibir visitas intermitentes de sus familiares. “Como ahora, después de vacunarse, pueden salir a la calle, decidimos programar la salida para hoy de manera conjunta con el personal y miembros de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (Afa) Fuengirola-Mijas Costa. Es que se dice pronto, pero ha sido un año el tiempo que no han podido salir del centro”, apuntó la directora del centro Adolfo Suárez, Rocío Segovia. También la presidenta de Afa, Paqui Lebrón, estuvo presente en la actividad, “que la hacemos después de los días tristes que llevamos, y sale el sol; eso, yo creo, es un buen presagio de lo que va a suceder a partir de ahora”.
Agradable jornada
El programa del día les ha llevado a un parque cercano donde han desayunado, han cantado y se han entretenido con distintos juegos realizados por los auxiliares, como Alejandro Cabeza, quien decía que “hoy los usuarios están un poquillo desorientados, es normal, después de tanto tiempo encerrados, pero muy bien, con sus familiares, locos, muy contentos”.
Ninguno de estos residentes, aseguran desde Afa, se han contagiado de COVID este año, en cambio, en el centro de día sí se dieron algunos casos, lo que obligó a cerrarlo un mes. Ahora, ya todos los usuarios y el personal está vacunado, por lo que estas salidas y las visitas se podrán realizar con más asiduidad. “Las visitas ya están permitidas, solo dos a la semana y con cita previa, cumpliendo la distancia de seguridad porque los familiares no están ninguno vacunados, de ahí que que no puedan tener aún contacto directo”, explicó Lebrón. Pero, seguro, que aunque los abrazos y los besos tengan que esperar, estos paseos al sol también reconfortan.
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