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Viernes 03/05/2024

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Unos 800 alumnos de 3º de la ESO participan en el programa de Prevención de Conducta Alimentaria

Este proyecto lleva en funcionamiento más de una década con el objetivo de prevenir, detectar y corregir los trastornos de de conducta alimentaria entre los adolescentes

Marina Prieto. Conscientes de la importancia que tiene la detección entre adolescentes de los trastornos de alimentación, como la anorexia, la bulimia o la obesidad ansiosa, entre otros, el área de Servicios Sociales de Mijas, junto a la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA), vuelve a impulsar, un año más, el programa de Prevención de Conducta Alimentaria. 809 alumnos de 3º ESO de los seis institutos del municipio participan en este proyecto, que lleva en funcionamiento más de una década con el objetivo de prevenir, detectar y corregir estas patologías alimentarias entre los adolescentes.

Hoy los agentes implicados en esta iniciativa se han reunido en el Ayuntamiento de Mijas para compartir los datos de participación de este año y analizar el desarrollo del programa, que cuenta con dos fases. En la primera, que consta de tres sesiones, participan todos los alumnos del curso. “Primero se hace un estudio entre los alumnos de 3º de ESO. Se escoge esa edad porque son alumnos que están construyendo su personalidad y que se enfrentan a muchos cambios. Se realiza una batería de test, con preguntas y entrevistas a los chicos, con autorización de los padres, evidentemente, y con la colaboración de los orientadores y el profesorado de los centros educativos de secundaria y el Ayuntamiento de mijas”, explica el concejal de Servicios Sociales, Hipólito Zapico (PSOE).

Una vez detectados aquellos alumnos que necesitan ayuda, se pone en marcha la segunda fase, en la que se trabaja, en siete sesiones, tanto con los afectados como con sus familias. “Se trabaja con ellos cualquier tema que podría venirle bien a cualquier padre y a cualquier adolescente: cómo relacionarse con los demás, cómo relacionarse con la familia, cómo comunicar las emociones que a estas edades no saben bien expresar lo que sienten o por qué, por qué están enfadados y no saben por qué… En definitiva, cómo solucionar sus conflictos internos, con los iguales y con los padres”, comenta la psicóloga del área de Servicios Sociales, Marusela Moreno.

En estas sesiones participa la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA), que trabaja junto a los jóvenes temas como la autoestima, la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales en la imagen de ellos mismos, la alimentación y la nutrición o la comunicación emocional, entre otros. “Ayudamos a nuestros jóvenes a hablar de aquello que muchas veces no se habla: cómo se sienten, cómo gestionan y manejan ellos sus emociones, cuando se sienten tristes, sienten miedo… ”, indica la directora de FITA, Raquel Linares, añadiendo que considera que “ha sido una acción muy valiosa que se haya podido mantener el programa de Prevención Conducta Alimentaria un año más”.

 

Mesa de trabajo

En la reunión realizada esta mañana en el consistorio mijeño también han estado presentes representantes de los orientadores de los institutos y de la unidad de salud mental del municipio, ya que participan activamente en este programa. “En estas edades es cuando empiezan ya a definir su personalidad y sus intereses se centran básicamente en su desarrollo personal, en su sexualidad y, lo que ahora mismo más nos estresa a todos, su imagen personal. Están muy presionados con el tema de las redes sociales, el Instagram, y tenemos que trabajar el tema de cómo van ellos gestionando su emociones”, dice Felipe Rodríguez, orientador IES Vega de Mijas de Las Lagunas; mientras que Israel Codina, coordinador de la Unidad de Salud Mental de Mijas-Fuengirola, concluye: “Es muy importante realizar este proyecto porque la detección precoz es clave. Esto luego nos da mucha capacidad en el pronóstico a largo plazo. Eso significa menos rigidez en los riesgos y sobre todo porque este tipo de trastornos pueden hacerse muy complejos a nivel físico, pero también a nivel de salud mental”.

Desde Servicios Sociales advierten de que hay que tener presente que muchos de los trastornos no se evidencian físicamente, por eso animan a los padres y alumnos a aprovechar este recurso para que los jóvenes tengan mejor calidad de vida.

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