El Cirguero ha abandonado el nido. Podía haber seguido consolidando su proyecto con La bandá, pero no, la atracción de volar en solitario cantando sus propias canciones le ha podido más.

José Miguel Guzmán Guerrero es quien firma como El Cirguero; sus primeros ‘voleteos’ los realizó en el seno de ‘Güerbetomas’, una formación donde terminaron de salirle las plumas a base de actuaciones en vivo y acompañando como teloneros a grupos del caché de Danza Invisible y Tabletom.

Antes de ‘El cansautor y su consueladora’, este cantautor nacido en Alhaurín el Grande, había auto-editado la maqueta ‘Pío por no piar, no por peir’ (2005) y el larga duración ‘Ser agro-romantico’ (2008), grabado junto a La bandá. Tras estos prolegómenos, ‘El Cirguero’ remonta ahora el vuelo con nueve canciones impregnadas de musicalidades que respiran flamenco, bailan bossa nova y miran a África.

Un manojo de temas que nacen del ‘no se qué, ni yo se cuando’, como bien dice el texto de presentación que acompaña al álbum. Todos los cortes del cd han sido compuestos por José Miguel Guzmán, a excepción de la pieza ‘Palabras para Julia’, original de Juan Agustín Goytisolo.

Las canciones son reflexiones de la vida, pensamientos en voz alta que hablan de su día día. Expresiones cargadas de compromisos con el medio ambiente, como lo manifiesta en ‘Somos lo que comemos’, el primer tema en darse a conocer del disco tras haberse editado también en videoclip. La crítica a la sociedad actual queda reflejada en ‘Todo por  nada’.

Canciones para escuchar y reflexionar, letras comprometidas que vuelan al compás de una guitarra a medio camino entre el flamenco y la bossa nova. Un grito a la vida dividido en nueve episodios con títulos como ‘Al atardecer’, ‘Aguador’, ‘Solo quiero soñar’ etc.

El disco ha sido grabado y mezclado en Bos Audiovisuales, “a ritmo vital y armonioso, cuando buenamente se podía”. 

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