Marina Prieto. La Federación Comarcal de Ampas de la Costa del Sol se reunió ayer, por tercer martes consecutivo, con los representantes de los padres y madres de los colegios mijeños. Esta cita, abierta a la participación de “todas las personas allegadas al ámbito educativo”, según la organización, tenía como objetivo compartir información y opiniones sobre la reapertura de los colegios, dentro del contexto de la covid-19.

El presidente de la federación, Miguel Gallardo, comunicó que las ampas mijeñas sienten “incertidumbre y preocupación” por la inminente vuelta a las aulas el día 10 de septiembre y que consideran que “falta información por parte de la administración”. “A pesar de que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Mijas están intentando poner los medios para que la vuelta al cole sea lo más normal posible, vemos que hay deficiencia y falta de concreción”, apuntó Gallardo, a la vez que sentenció que “la Consejería en vez de Educación parece que es más bien de improvisación” y este hecho hace que muchas familias “se planté no llevar a sus hijos a los centros”.

Asimismo, las dudas que generan aspectos como las ratios o el espacio de cada centro escolar, la limpieza, la desinfección, las medidas de seguridad o los recursos materiales de los que disponen, entre otros, provoca que las ampas no descarten movilizarse. “Tenemos muchos frentes abiertos y no descartamos salir a las calles a protestar. De hecho, ya existe un calendario de protesta estipulado por Marea Verde para todas las provincias”, continúa Gallardo.

Los padres que asistieron el martes a la reunión explicaron que no entienden, dicen, que no haya información, “ni organización clara”, cuando los colegios cerraron hace seis meses y estaba prevista la reapertura en septiembre. “No sabemos qué va a pasar con la vuelta al cole. Si desde la administración no dan órdenes, los colegios no saben cómo organizarse. Tampoco entendemos que desde marzo hasta ahora no se haya creado un protocolo”, manifestó María de Gracia Fernández, del Ampa Huerto del Limonar (E.I. Los Claveles).

En este sentido, Fernández señaló también los problemas que, en su opinión, esta situación puede generar: “No sabemos por qué las reuniones familiares o en bares están limitadas a 10 personas y las aulas a 25 u 28 alumnos. No es solo eso. Es lo que conlleva. Si los niños se contagian, el virus llega a casa, los padres trabajan, los pequeños se relacionan con los abuelos… No es un problema de la comunidad educativa, sino un problema de toda la comunidad en general”, finalizó.

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