Marina Prieto. El pasado lunes comenzó las clases de tecnificación organizadas por el Club Polideportivo Mijas Baloncesto para los meses de julio y agosto. Un curso en el que un total de 32 niños y niñas, de entre 8 y 14 años, aprenden a mejorar la técnica de este deporte para afrontar la próxima temporada en un ambiente divertido y seguro. “La mayoría de los jugadores pertenecen al Club Polideportivo Mijas Baloncesto. Todos saben jugar. A este campus pueden venir alumnos que no saben, pero les va a costar un pelín más porque lo que buscamos es hacer tecnificado y física adaptada al baloncesto”, comenta Francisco Sánchez, monitor.
Los alumnos están divididos en dos grupos de 16 niños cada uno, separados por horarios. El primero va de lunes a viernes de 16.30 a 18.30 y el segundo de 19.00 a 21.00 horas. A su vez, estos grupos se dividen en dos y cada uno tiene su propio entrenador, que se encarga de organizar las clases para que realicen diferentes actividades técnicas con un objetivo semanal. “Cada semana tenemos un objetivo principal que puede ser desde la perfección del bote, del tiro, de los pases… Aunque vamos trabajando todo para conseguir un buen resultado en conjunto”, apunta Sánchez.
Para que estas clases de tecnificación se puedan llevar a cabo, las medidas de seguridad son fundamentales y, por ello, existe un protocolo establecido: al entrar se le toma la temperatura a cada niño, se utiliza el gel hidroalcohólico para las manos y se desinfectan las zapatillas. Sánchez explica que “es muy importante que todos respetemos estas normas. Estamos siempre pendientes a que no se creen aglomeraciones y, además, la media hora que separa a los dos grupos la utilizamos para desinfectar todo el material”.
Los jugadores disfrutan de este deporte y aprenden, sobre todo, después de este largo periodo de confinamiento. Así lo explica Manuel Fernández, jugador del club de baloncesto de 10 años: “Hacía falta ya hacer ejercicio y ponerse en forma, después de tanto tiempo en casa sentados, viendo Netflix. Me gusta mucho el baloncesto. Me están enseñando a hacer el bote, a mantener la resistencia, el físico… Todo”. Y su compañero Antonio Pedraza, con 10 años también, añade: “Empecé a jugar al baloncesto con seis años y me gusta mucho este deporte. Estoy muy contento porque finalmente se haya realizado el campus. El baloncesto es muy divertido, se hacen muchos amigos, no es violento y se aprenden muchas cosas”.
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