Carmen Martín. El Consejo de Ministros aprobó el martes 28 el Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, que establece los principales parámetros e instrumentos, con las máximas garantías de seguridad, para la adaptación de la sociedad a lo que el Gobierno ha llamado ‘nueva normalidad’ tras la crisis del coronavirus.

El propósito de este plan es, según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “poner a España en marcha protegiendo la salud y la vida de los ciudadanos y manteniendo a salvo nuestro sistema de salud”.

El jefe del Ejecutivo ha explicado que la desescalada será gradual, asimétrica y coordinada y que no se recuperará de golpe toda la actividad y la movilidad, sino que se hará en cuatro fases: la 0 o de preparación, la 1 o inicial, la 2 o intermedia y la 3 o avanzada. Además, ha aclarado que la provincia o la isla será el espacio territorial donde se desarrollarán las actividades: “No habrá movilidad entre provincias o islas hasta alcanzar la nueva normalidad”, afirmó.

Igualmente, matizó que la desescalada se hará en función del control de la epidemia en cada provincia y a la velocidad que permita la situación sanitaria de esa zona. El paso de una fase a otra se determinará en función de las capacidades estratégicas del sistema sanitario de atención primaria y hospitalario; la situación epidemiológica; la implantación de medidas de protección colectiva en comercios, transportes, centros de trabajo y en cualquier espacio público, y en los datos de movilidad y económicos; unos marcadores que serán públicos para la ciudadanía.

“El proceso no será uniforme, sino asimétrico y con distintas velocidades, pero coordinado, para que se rija por unas mismas reglas”, matizó el presidente. Esta coordinación se hará, afirmaron fuentes gubernamentales, teniendo “muy en cuenta” el parecer de las autoridades autonómicas y locales, ya que, por ejemplo, se podrán tomar medidas en territorios no coincidentes con las provincias si así lo piden las comunidades autónomas.

Fases de la desescalada

En la fase cero, en la que está ya inmerso todo el país, además de la medidas proyectadas para que los menores salgan una hora a la calle y, previsiblemente a partir del día 2, los adultos a hacer ejercicio, se sumarán otras a partir del 4 de mayo, si la evolución de la pandemia sigue como hasta ahora. También ese día comenzará la fase 1 en algunas islas, mientras que el día 11 entrarán en esta fase inicial las provincias que cumplan los requisitos.

La duración mínima de cada una de las fases de desescalada se ha fijado en dos semanas. En el mejor de los casos, dijo Sánchez, la duración del proceso será de mes y medio y, como máximo, se plantean ocho semanas, “por lo que a finales de junio estaríamos en la nueva normalidad si la evolución de la epidemia está controlada en todos los territorios”, dijo Sánchez, para añadir que el Ministerio de Sanidad desarrollará los supuestos del plan en órdenes.

Con la nueva normalidad se terminarán las restricciones, pero se mantendrá la vigilancia epidemiológica y las medidas de higiene y protección personal hasta que haya una vacuna.

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