F. M. Romero. Los datos con respecto a la evolución del mercado laboral durante la crisis de la COVID-19 reflejan lo que ya se esperaba: un panorama bastante malo en cuanto al número de trabajadores en activo y a la destrucción de empleo. Así se desprende de las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con respecto a la última Encuesta de Población Activa (EPA) que recoge el estado del mercado laboral en el primer trimestre de 2020.
Unos datos que muestran la enorme pérdida de empleo que ha acarreado esta crisis. Durante el primer trimestre del presente año se ha producido una caída de 285.000 ocupados con respecto a finales de 2019, con un incremento de parados que alcanza a 121.000 personas (un 3,8% más). Y, aún así, estos números no son la muestra de la debacle, ya que estas cifras son fiables hasta el 15 de marzo, es decir, justo antes de que se declarara el estado de alarma.
En cuanto al número de ocupados, la empresa privada ha sido la principal perjudicada, con 280.000 ocupados menos, mientras que las administraciones públicas han perdido algo más de 5.000 empleados.
Los números en Málaga
En cuanto a Málaga, el paro ha aumentado en 14.100 personas en este periodo de tiempo, con respecto al último trimestre de 2019, hasta contabilizar un total de 153.900 personas desempleadas a lo largo de toda la provincia. Así, la tasa de paro se ha incrementado en este tiempo en algo menos de dos puntos, pasando del 17,7% en diciembre al 19,4% en marzo.
Si tenemos en cuenta que este periodo de tiempo se corresponde con la temporada baja de la Costa del Sol y que el turismo es uno de los principales motores turísticos de la provincia, esta cifra es la que se podría considerar como normal en este primer trimestre de 2020.
Sin embargo, esta situación es excepcional por lo que el verdadero reflejo de cuál es la situación del trabajo y la economía en Málaga y en España se mostrará en la próxima EPA, correspondiente al segundo trimestre del año, y que se publicará a finales del próximo mes de julio. En esa EPA se verá el grado de repercusión del actual periodo de confinamiento, con los restaurantes, bares, hoteles y la práctica totalidad de los negocios cerrados a cal y canto.
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