Beatriz Martín. Una obra viva, podríamos decir de este mural, una cerámica que se va transformando a medida que toman posesión nuevos regidores. Así que siete meses después de prometer el cargo Josele González como alcalde de Mijas, su nombre se añadía a la pieza, un hecho que supone, asegura el primer edil, responsabilidad y también un orgullo, “no solo porque refleja la historia de todos los alcaldes desde 1800 sino también porque para mí, personalmente, es un inmenso orgullo ser el primer alcalde que ha nacido en Mijas en democracia”.
Esta pieza surgió con la idea de rendir homenaje a todos los alcaldes de Mijas, “todos con sus aciertos y sus errores, pero estoy seguro de que han intentado siempre hacer lo mejor para el municipio cuando han tenido la responsabilidad y eso es lo que yo pretendo hacer en este mandato”, apuntó González.
El alcalde ha querido figurar en el mural con su nombre de pila, por el que todos le reconocen, Josele González. “Quiero, precisamente, mantener esa identidad, creo que perder el nombre por el que todo el mundo me conoce desde pequeño sería algo con lo que no estaría cómodo”, destacó el regidor.
Fue el ceramista municipal, Pepe Almirón, el encargado de crear esta cerámica hace unos años. Este artista del barro se ocupa de realizar piezas únicas y singulares que llenan nuestro pueblo o se convierten en regalos protocolarios que llevan la artesanía de Mijas fuera de nuestras fronteras, “un plus que se tiene en cuenta en nuestro mandato, ya que queremos poner en valor lo nuestro y queremos defenderlo hasta la última consecuencia”, subrayó el alcalde.
Por eso, el trabajo de Almirón se seguirá extendiendo por el término. “Se quiere dirigir el flujo del turista con distintos hitos, destacando con mi cerámica puntos de interés o zonas gastronómicas unificando la señalética de Mijas”, explicó el artista.
Almirón trabaja diferentes estilos y técnicas, en función de los trabajos, aunque, asegura, recurrir a las cocciones a bajas temperaturas para imprimirle a su obra un carácter tradicional acorde a la estética del pueblo. Para él, también es un orgullo que sus obras representen a Mijas “porque hay obras que van quedando en las calles de nuestro pueblo o viajan de la mano de embajadores, presidentes u otras personalidades, que se llevan estas piezas como regalo institucional en lugar de las típicas placas frías que casi nadie pone en su despacho o en su casa. De esta manera se llevan un poquito de Mijas, que, además, es una pieza única”.
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