Jacobo Perea. La historia de Fabiola Muñoz, es la historia de una luchadora nata. Hace dos años vio cómo su sueño de lograr el Campeonato de España se truncó por una caida que le fracturó una vertebra y que casi la deja en silla de ruedas, justo una semana antes de la disputa del Nacional, cuando llevaba toda la temporada preparándose para lograr el asalto al título. Algún médico, incluso, le llegó a decir que se olvidara de la bici, pero ella no quiso escuchar y a los pocos días, aun convaleciente, ya empezó a ejercitarse con la mente puesta en ese sueño, que se vió cumplido el pasado 8 de septiembre en la Sierra de Cazorla.
“Cuando llegué a meta no sabía que había ganado. Lo primero que hice fue ir a la ambulancia para que me curaran las heridas de una caida que había sufrido. Me pusieron siete puntos en el codo y me curaron todas las rozaduras. Fue el speaker de la prueba quien vino a la ambulancia a decirme que era la campeona de España”, relata Muñoz, que se acordó especialmente de su padre, que falleció a finales de mayo de este año, cuando estaba en los más alto del podio: “De pequeña recuerdo que los dos íbamos a montar en bici. Me hubiera gustado que me hubiese visto, aunque fuera en fotos, en ese podio”.
También su pareja ha sido fundamental en este reto, que “se ha sacrificado mucho para que fuera campeona, me ha animado mucho durante todo el año”.
Tras la victoria, hubo celebración, afirma la ciclista del Semar, que para prepararse para correr las diferentes pruebas tiene que someterse a dietas muy estrictas durante la temporada y asípoder afrontarlas con garantías: “Me he privado de muchas cosas, con una alimentación a rajatabla. Pero ese día me pegué un buen homenaje con una paletilla de cordero y un par de cervecitas (risas)”.
Fabiola, que regenta una peluquería en El Coto, tiene que ingeniárselas para poder compatibilizar su actividad profesional con su pasión por el ciclismo: “Es muy sacrificado porque mi negocio lo tengo abierto todo el día, pero tengo una empleada con la que estoy muy contenta. Nos organizamos un horario porque hay días que tengo que ir a entrenar y nada más terminar tengo que irme a trabajar porque tengo clientes. Y aunque haya días que termines cansada del entreno, te tienes que sacrificar porque tienes que ir al trabajo”.
De la preparación de la ciclista mijeña se encarga Manuel Sola, que asegura que la ve en buenas condiciones para afrontar lo que resta de temporada. “Todos los fines de semana tengo ya competición. Empezando por la cronoscalada al Pico de Mijas de este fin de semana, la Maratón de Álora, La Alpujarra Magna, o el Desafío del Buda de Vélez-Málaga”, apunta Muñoz, a quien seguramente volveremos a verla subiéndose a algún podio en lo que queda de curso.
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