Ana Palomo ha estado este miércoles a las puertas del Ayuntamiento para explicar su situación. Palomo, que en 2017 fue contratada como monitora sociocultural para llevar a cabo este programa en Molino de Viento, asegura que “esta decisión [el despido] está motivada por su condición de sindicalista”, y señala, que no entiende el despido “cuando a finales de diciembre le habían prorrogado el contrato”. “De forma abrupta y sin recibir otra explicación, en el mes de febrero y tras conocerse mi candidatura como cabeza para las elecciones sindicales me comunican que mis servicios no son necesarios”, señala Palomo.

La extrabajadora, vinculada al Ayuntamiento desde 2006, ha estado respaldada por su sindicato. “El contrato era por obra y servicio del programa, pero un programa que se continúa en enero porque se ve la necesidad de trabajar un colectivo social no puede estar finiquitado un mes y medio después, es absurdo e incongruente”, declaró el secretario general del Sindicato de Apoyo Mutuo del Ayuntamiento de Mijas (SIAM), Antonio Fortes. La prórroga de ese contrato, aseguran, “es necesario hasta que la barriada no sea declarada por la Junta de Andalucía zona de Transformación Social”

Desde el sindicato afirman que ya han iniciado acciones judiciales y que no han tenido respuesta por parte del alcalde ni de los concejales responsables de las áreas de Recursos Humanos ni Bienestar Social.

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